DIARIO DE VIAJE: Al Noreste
Día 3.3 Jueves (06.10.2022)
… Llegué a Nájera a las dos. Intenté visitar el Monasterio de Santa María la Real, pero habían cerrado a la una y media. Me di una vuelta por los alrededores. Tropecé con un restaurante que tenía pinta de servir comida rica. Entré, pedí un menú del día compuesto por patatas a la riojana (caldosas, con chorizo); y de segundo bacalao con tomate; de postre no me acuerdo. En ese sitio entraban y salían peregrinos, vestidos de peregrinos. No me atraen absolutamente nada esas gentes, son tan “buena” gente, que ni los entiendo ni me interesan.
El Monasterio, seguramente muy interesante, no lo abrían hasta después de las cuatro, así que me largué sin saber muy bien a dónde (el siguiente punto era Santo Domingo de la Calzada, pero en ese preciso momento iba a ciegas, no lo sabía).
Cuando me alejaba del pueblo, vi un indicador hacia Briones (12 Km), que estaba en mi hoja de ruta, aunque no iba con la intención de visitarlo en ese momento. No lo dudé, giré en esa dirección y llegué enseguida.
Menos mal que decidí dirigirme a Briones, mereció la pena sobradamente. Llegué a las tres de la tarde y enseguida me dispuse a recorrerlo. En las calles no había absolutamente nadie. El entramado medieval urbano, con gran profusión de edificios singulares en piedra de sillería perfectamente labrada, palacios con pórticos adornados de esculturas y escudos heráldicos, resultaba de una singularidad e interés notable (la villa está declarada como Conjunto Histórico Artístico).
Enseguida llegué a su magnífica plaza donde se encuentra la majestuosa iglesia de la Asunción. Construcción del siglo XVI de estilo renacentista mezclado con gótico isabelino y torre barroca. Constaba de tres naves y bóvedas de combados curvos, sobre pilares cilíndricos con capiteles decorados con motivos vegetales…
La Fotografía: Iglesia de la Asunción, Briones, con una magnífica luz de primera hora de la tarde.