MONÓLOGOS SOBRE ARTE
Capítulo dieciséis: ARCO, Feria Internacional de Arte Contemporáneo, 2023 (8).
Viernes, veinticuatro de febrero de dos mil veintitrés
… La tarde avanzaba inexorablemente. Mi desorientación también. Pronto tendría que abandonar la feria para acudir a la cita con Delibes, Galán, Tolcachir y los actores: Carmelo Gómez y Miguel Hermoso, en el Teatro Bellas Artes.
Me acordé de lo que escribió Hegel: “Lo que buscamos en el arte, como en el pensamiento, es la verdad”. Es fácilmente imaginable lo que pensé en ese momento, dado cómo me estaba yendo la tarde.
No obstante, no todo era malo, ni mucho menos: en esa tarde yo estaba en el mejor de los sitios posibles; o dicho de otro modo: no quería estar en ningún otro lugar que no fueran los pabellones de Ifema. El problema de mi malestar ya lo traje de mi casa y era ajeno a la feria en sí.
Arco, siempre, me suscita preguntas para las que no tengo respuesta, por ejemplo, dado que el arte de cada época es el resultado de la evolución social y cultural, además del estado anímico de la sociedad de cada época, cuál es el estado de la sociedad contemporánea que genera obras como las expuestas en la Feria. Por esa razón me interesa tanto el arte actual, porque es un infalible, aunque equívoco, espejo del mundo en que vivimos.
Por eso me siento bien en las muestras de arte contemporáneo, me reconozco en esas obras, yo podría firmar casi todas ellas y permanecer tranquilo y satisfecho. No así, las que son notoriamente falsas, mentirosas (odio la mentira en todas sus acepciones y versiones), pero esas son pocas. Me da igual el montaje comercial y el complejo entramado, a veces circense, que hay en torno al mundo de la creación, natural por otra parte, ya que los artistas y galeristas tienen que vivir; porque lo que verdaderamente me importa es que hay gentes, los artistas, que se afanan en la búsqueda de su idea de la verdad (quiero pensar que siempre es así), y que materializan en formas infinitas. Eso es muy importante para el mundo y para mí, que acudo cada año a verlo.
La Fotografía: Me interesó sobremanera esta obra, no había razones ni falta que hacía, porque, serían las mías y esas ya las conozco. Sin embargo, en esa performance de la galería a la hora de presentar las obras expuestas, había un notorio esfuerzo creativo (no sé qué galería era, para mí eso carecía de importancia). Dentro del recinto que se ve al fondo había tres cuadros más de igual factura y diferentes manchas de color en el ángulo inferior derecho; luego las pisadas que invitaban a entrar, y la escultura sobre la puerta. Todo me pareció original, interesante y equilibrado. Me gustó.