LOS MICROVIAJES: Semana Santa (5)
(Viernes, ocho de abril de 2023)
… La lógica de la naturaleza dice que todo lo que sube, baja, antes o después.
La primera parte del espectáculo es de subida hasta la Plaza Mayor, la de la Catedral.
Dejan aparcados los pasos alegóricos al sacrificio de Cristo, incluido el último, una Virgen doliente y llorosa (cinco en total), y los participantes se dispersan para seguir comiendo y bebiendo, otra vez.
La segunda parte consiste en bajar por el mismo itinerario. Aparentemente todo es igual, salvo que el hecho de bajar excita más a las Turbas que desfilan más animadas, tocan con más fuerza y se juntan más si cabe. Me gustó más la bajada que la subida.
Seguí ahí, en la bellísima calle Alfonso VIII, de empinada cuesta en curva hasta la Plaza Mayor y sus sugerentes fachadas de colores. Me gusta mucho la parte alta de la ciudad, sus estrechas y sinuosas cuestas que, desde el estrecho y encaramado cuerpo central, tanto si te desvías hacia el este como al oeste, enseguida te asomas a precipicios y amplios y luminosos paisajes serranos, con sendos ríos a izquierda y derecha (Júcar y Huécar). Todo es vertiginoso y reposado al mismo tiempo, en esa ciudad, a la que tanto me gusta ir…
La Fotografía: Encapuchados de la hermandad de San Juan Evangelista. Es curioso que David Wark Griffith (uno de los más significados directores de la historia de la cinemagrafía), que realizó en 1915 El nacimiento de una nación, incluyera en ella los siniestros miembros del segundo Ku Klus Klan (refundado en 1915) vestidos como penitentes de la Semana Santa española. Griffith había visitado España con anterioridad. Nuestros encapuchados nada tienen que ver con la intolerancia de semejante organización, pero un halo siniestro de inquietud e intolerancia irradian.