DIARIO ANALÓGICO
LOS OTROS 3.1 (en pareja)
Sábado, seis de Mayo de 2023
… Acabo de terminar la lectura de La biblioteca de los libros rechazados (2016), de David Foenkinos. Novela muy celebrada en Francia, tanto por el público como por la crítica. Hicieron una película que vi, pero de la que no me acuerdo. Creo recordar que fue gozoso verla.
El problema, si se puede calificar así la impresión que he tenido sobre la novela, es que se trata de un cuentecito ingenioso y hasta divertido, con el que se pasa muy bien: gozoso, amable y en el que todo se coloca convenientemente para que no pierda nadie. Todo el mundo gana, nadie pierde. El lector que no quiera líos amargos también. Yo, ahora, tampoco los quiero, no como antes que solo me complacían las historias desgarradoras, de las que ahora huyo como alma que lleva el diablo. De todas formas, no todo es tan satisfactorio en mi diario de lecturas, porque a pesar de que en este momento solo busco entretenimiento (menos cuando leo biografías de hombres atormentados como los grandes rusos Dostoievski o Tolstoi), me harto y aburro de asuntos novelescos para despreocupados de piel fina (como yo), porque a la postre termino insatisfecho… dice un crítico francés: “Una novela extremadamente delicada, tan suave como una magdalena…”. Sin embargo, alguien tan bien informado y de sobrado criterio literario como Bernard Pivot, dijo: “Inteligente, divertida, cruel…”.
Todo está más o menos bien con mis lecturas e iré tirando con mis contradicciones…
La Fotografía: Mi colección de retratos de Los Otros, la hice en su mayor parte entre dos mil ocho y dos mil doce (cuatro años), yo tenía entonces cincuenta y cinco años, o alguno más, más o menos. Mis fotografiados quizá diez años menos que yo, o alguno menos, aproximadamente. Normalmente, todos tenían la edad de los personajes literarios de Foenkinos, aunque no tan cultos, ni mucho menos (yo tampoco). El hombre de hoy, al que llevo años sin ver, de una extrema amabilidad, pero que no por eso dejaba de ser una persona de carácter y determinación. Me caía especialmente bien. Recuerdo que el día de la toma, mientras cenábamos en mi casa, la conversación derivó hacia la alta cultura y citó a filósofos alemanes a los que yo no conocía. Agradecí el detalle. Sin embargo, también me parece recordar, que partía la tortilla que yo había cocinado, con cuchillo y tenedor, pero claro, nadie es perfecto.