11 MAYO 2023

© 2010 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2010
Localizacion
Sandra, (Toledo, España)
Soporte de imagen
-120 MM- ROLLEI. PAN F 25 (100)
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO WARMTONE BARITADO
Viraje
SELENIO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Copiado máximo en soporte baritado
2
Año de copiado
2014
Fecha de diario
2023-05-11
Referencia
7413

DIARIO ANALÓGICO
LOS OTROS
3.2 (en pareja)
Martes, nueve de Mayo de 2023

… Sigo en la estela de la última novela leída, de la que hablé ayer, con una cita extraída de ella: «¿Quién podría creer a los que dicen que escriben para sí mismos? Las palabras siempre tienen una meta, buscan la mirada ajena, escribir para uno mismo sería como hacer el equipaje para no marcharse». David Foenkinos
Tiene razón Foenkinos. Voy a intentar reflexionar sobre esta paradoja: al parecer, todos buscamos por necesidad la mirada ajena, es inevitable porque es lo que nos constituye, además de lo que hacemos (que no necesariamente lo que decimos). Se podría decir que hay excepciones, como los eremitas, retirados en sus cuevas, pero esos, son más ambiciosos y soberbios porque buscan la mirada de Dios (los creyentes, también). Los que nos arrastramos por el suelo del anonimato y la descreencia, es decir, los que no salimos en la tele ni en los escenarios públicos, tenemos que conformarnos con los vecinos, en el mejor de los casos con amigos y en el peor con las redes sociales. Por eso, precisamente por eso, es por lo que casi todo el mundo da tanta importancia a la familia (aunque no sea para tanto ni mucho menos), porque es el recurso más fácil ya que casi todo el mundo tiene una, que sirve para todo, para lo bueno y para lo malo (lo más frecuente).
Luego estamos los que no tenemos casi nada de lo anterior y que sobrevivimos como podemos (supongo que somos bastantes), candidatos a la depresión, a la mitomanía o a las extravagancias frikis: coleccionistas de excentricidades, forofos del deporte, fanáticos seguidores de equipos de fútbol o partidos políticos. Esto último es lo peor porque implica asentimiento, servicio y sumisión, y más y más, y así hasta una infinitud de opciones insensatas.
La más feliz de las adicciones (y la más peligrosa), misteriosa e interesante de todas ellas: la soledad.
Entre las muchas opciones para no caer en la tentación suicida, está la de escribir, que es una más (a algunos nos da por eso), y, por supuesto, sería una solemne tontería no hacerlo porque necesariamente haya que publicar en tiempo y forma (una convención que no tiene porqué condicionar o malograr un plan existencial). Pero eso sí, es más que conveniente buscar una coartada o un aparente subterfugio que te justifique ante ti mismo y no te haga sentir ridículo y eso, ahora, en tiempos de redes sociales es de lo más fácil.
Es lo que he hecho yo, me he creado la ilusión de que mi diario le interesa y lo lee alguien (aunque me dé exactamente igual que lo hagan o no), o como mínimo que no cae en saco roto porque se puede ver libremente, vía recurso digital, en mi caso, que no es una red social, pero se parece. En mi fuero interno sé que es mentira, pero a esa evidencia no la hago ni caso y punto y entonces sigo y sigo, maniáticamente, como si todo fuera verdad.
La pregunta para mí es ésta: ¿si no publicaras digitalmente el diario sin destinatario conocido escribirías? La respuesta no me ofrece ninguna duda: No. Luego Foenkinos tiene razón.
Claro, David Foenkinos, las palabras y todo lo que hacemos tienen un propósito, por eso lo hacemos, pero la cuestión no es esa, sino preguntarnos si lo que hacemos tiene algún sentido, aunque esa pregunta es mejor no hacérsela porque no tiene respuesta…
La Fotografía: Esta mujer lo era del hombre de ayer (ya no, desde hace bastante tiempo). Expansiva, simpática, animosa y encantadora de trato. La conocí poco, pero en la medida que lo hice, me agradó mucho. En la sesión de toma adoptó una actitud confiada y receptiva a todas mis propuestas y a las de Naty, que, como siempre, fotografiaba la versión color de nuestro plató compartido. Lo pasamos bien.

Pepe Fuentes ·