DIARIO DE VIAJE: a Castilla León Oeste.
Jueves: veintiuno de Septiembre de dos mil veintitrés
Día 4 y 2
… De la Casa del Sol, al Colegio de San Gregorio, sede principal del Museo. Gótico isabelino (finales s XV). El patio central de planta cuadrada, con arquerías en los dos niveles en los que se ordenaba el edificio era esplendoroso.
Las salas se sucedían tanto en la planta baja como en la superior y la cantidad y calidad de obras era asombrosa. Mayoritariamente motivos religiosos y policromados muchos de ellos, abarcaban un periodo desde el siglo XIV al XVII, y los estilos predominantes en esos siglos (gótico, renacimiento, barroco…).
Pasé la mañana de lluvia disfrutando mucho con las obras expuestas (me encantaban todas), y fotografiando.
Salí a las doce y media porque, además, tenía que mover el coche del aparcamiento de superficie restringido donde lo había dejado. Volví a aparcar y me dispuse a buscar y visitar la catedral (renuncié a volver al palacio real). Me costó un poco encontrarla, máxime por la molestia de la incesante lluvia. De construcción tardía en relación con la mayoría de las que se construyeron en España, y estilo renacentista y barroco, me resultó de una austeridad simplista decepcionante. Desangelada. Quizá tengo demasiado interiorizado el gótico de las demás.
Después, en torno a la una menos cuarto, tuve que decidir entre comer en Valladolid y quedarme por la tarde, o partir hacia el siguiente punto del viaje…
La Fotografía: Santa Ana, de Juan de Juni, con un revelado claramente intervenido por mi parte (he cargado las tintas), ya que, tanto sufrimiento se merecía un tratamiento acorde con la tragedia y el derramamiento de lágrimas. Emotividad dolorosa comprensible ya que era la abuela de Jesucristo. Hasta en el santoral funciona el nepotismo familiar desde hace milenios.