24 FEBRERO 2024

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
pepe fuentes (Toledo)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200
Fecha de diario
2024-02-24
Referencia
7557

DIARIO ÍNTIMO 93
“Escribo para saber si he sido realmente el protagonista de mi vida, como David Copperfield”.
Juan Marsé
Miércoles, veintiuno de febrero de 2023

La cita la obtuve de la novela de Juan Marsé, Esa puta tan distinguida (la memoria, 2016). Marsé tenía entonces 83 años. Es ineludible e imprescindible hacerse esa pregunta a partir de los ochenta o incluso bastante antes, como me pasa a mí, a no ser que seas un necio y si es así da igual lo que hayas sido, tu vida no ha merecido la pena.
Yo no necesito hacerme esa pregunta porque me sé la respuesta; es algo así como el no iniciar una batalla que sabes que no vas a ganar. Es más, la pregunta en sí es ociosa, porque no hay respuesta posible.
Está muy bien que Juan se la hiciera, él fue un novelista genial y un hombre lúcido y admirable porque acompañó su inmensa obra de carácter e inteligencia. Estoy convencido de que las vidas de los creadores merecen la pena todas. Las demás, las de los figurantes, las de los bultos, prescindibles. Solo existimos para tapar huecos. Quizá para no romper la cadena de sucesivas encarnaciones o el fluir de generaciones que en un momento mágico posibilite la aparición de alguien genial. Quizá, yo mismo, haya aportado algo para que mis nietas hayan nacido, porque ellas son geniales.
Todo este prescindible rollo está aquí hoy por dos razones: una, cuando me despertaba lentamente (ahora tardo mucho en entrar al mundo consciente), me he preguntado que escribiría hoy? Me he respondido que nada que mereciera la pena (todo está dicho ya); y dos, porque siento una admiración y respeto sin límites hacia las personas creativas o creadoras, como se prefiera. Los demás, exentos, como los mojones en las carreteras antiguas, tan solo servimos para hacer bulto y procurar el alimento y orientación necesaria para los que van a algún sitio y saben interpretar y crear de la nada.
No, no se puede decir que me haya levantado con buen pie. Últimamente, me cuesta mucho enfrentar este diario y amanecer viniendo desde mis noches intranquilas.
Por culpa de un canto rodado que mal pisé una mañana de octubre, me caí a plomo sobre mi hombro derecho. Cinco meses después me sigue doliendo (ahora, por ejemplo). Fue estúpida mi caída y lo es mucho más mi resignación y entrega al dolor porque al médico no he ido ni iré. Mi actitud se parece a un castigo autoinfligido por un hecho culpable que no sé si habré cometido, seguro que sí, pero el castigo está siendo absolutamente estúpido como todos los sentenciados desde la propia conciencia.
Acabo de terminar la lectura de Retrato de un hombre inmaduro, de Luis Landero, uno de los que viven en mi cabecera. Al hilo de mis sombrías reflexiones traigo a colación una del protagonista de la novela.
La Fotografía (de hoy hace nueve años): “Al cabo de tanto tiempo, lo ignoro todo sobre mí. Sí, solo ahora, al haber destilado mi vida en palabras, me doy cuenta de lo ignorante que soy de mí mismo. Por ejemplo. ¿He sido feliz en el amor? creo que no, pero no estoy seguro. ¿Y en el trabajo? pues tampoco está claro…”. Luis Landero

Pepe Fuentes ·