DIARIO DE LA NADA 5
Impresionismo vivencial: Un hombre camina bajo presión, de espaldas, con perrito y nubes de fondo…
Lunes, cuatro de marzo de dos mil veinticuatro
Dejé atrás otro fin de semana desenfocado (el fin de semana y yo mismo). No ocurrió nada de nada. Ayer, domingo, Mi Charlie y yo nos aburrimos bastante. A mí me entretuvo y encantó la audición de la novela de Gómez-Jurado, Todo vuelve, y con pulsión adictiva ¡es tan divertida, tan frenética y absorbente! que la estoy oyendo encantado. Nada que ver con el mismo título aplicable a nuestra vida, porque este último fin de semana ha vuelto exactamente igual al anterior, como si de aplicar plantillas insustanciales se tratara, y se trata. Fines de semana troquelados por el vacío.
A Mi Charlie no le ha ido mejor que a mí, más bien peor porque ni siquiera cuenta con Gómez-Jurado, y no es consciente, me parece, que vive un eterno día de la marmota; aunque ayer pilló un gazapo, le dio un avaricioso bocado y lo mató. Me enfadé un poco con él. Debo entender que es su naturaleza depredadora. Ambos vivimos intensamente nuestras propias naturalezas, aunque yo no tengo nada de depredador porque soy del tipo manso.
No sé qué haremos hoy, posiblemente nada porque estamos de lunes. Mañana, ya veremos, seguramente tampoco porque estaremos de martes.
Ayer cociné pollo al chilindrón que me salió rico. La particularidad de mi guiso es que no se parece nada al de su nombre. Es otra cosa, pero comestible, porque pollo hay en el guiso.
El diario, últimamente, lo escribo de un día para otro. En cualquier momento, si me da un vahído o me disgusto mucho por algo y me acuesto, no habrá diario al día siguiente del último publicado. Me agobia un poco eso.
No se me ocurre nada más que escribir y es normal porque como nada me pasa nada puedo contar «No hay creación a partir de la nada» . La creatividad literaria, Álvaro Pombo&Jose Antonio Marina
La Fotografía: He llevado la cámara y el trípode al campo porque estaba nublado y me gusta mucho fotografiar las nubes. He hecho esta foto. Me he colocado también yo (un poco encogido por el peso del mundo) y Mi Charlie, para ambientar y complementar la sinfonía de grises de una mañana de lunes.