LOS MICROVIAJES
A Madrid: Arco y Teatro (6).
Lunes, once de marzo de dos mil veinticuatro
… Voy a seguir ocupándome algún día más de personas con las que compartí dos horas y media de mi tiempo en un mismo espacio. También tendré que dedicar unos días a los asuntos conceptuales (obras de arte). Veremos a ver cómo sale todo, porque ahora, a las nueve del lunes, no sé cómo podría seguir con el cuento.
No soy cronista de nada, salvo de las cosas que hago, y eso parcialmente porque no suelo ser consciente completamente de todo lo que me pasa; ni de ninguna otra cosa sospechosa de revestir alguna utilidad para nadie. Ni siquiera para mí.
No abarco toda la información y matices de lo que sucede en mi entorno. Por ejemplo, no tengo ni idea de cuál era la galería donde hice esta fotografía. Tampoco supe, y esto es lo más importante en una feria de arte contemporáneo, el concepto, el leitmotiv del existir de las obras expuestas. Sin él, no habrían nacido y si no me entero es como si no hubiera estado conscientemente porque físicamente sí estuve…
La Fotografía: Las obras expuestas buscaban su razón de ser y su sitio en el mundo en segundo plano, pero para mí y mi cámara fueron presencias secundarias. Mi cámara lo entendió así porque las desdibujó; sin embargo enfocó perfectamente a los dos personajes protagonistas; galeristas, parecían. Él comía una manzana y miraba con intención a alguna parte. Ella, no. Gracias a mi cámara que hace la mitad del trabajo, la foto salió perfecta.