COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS 45
“He decidido seguir y seguir con más fuerza, si cabe, al frente de la presidencia del Gobierno de España”. Pedro Sánchez (usurpador e infame gobernante)
Martes, treinta de abril de 2024
“Por eso asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad, por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y libertades”.
Sí, eso ha dicho ¡¡¡uf, qué peligro, qué miedo darías, macarrita, si no fueras tan ridículo!!! ¿En qué consiste el desafío y estremecedor propósito? Sencillo, en instaurar una tiranía dirigida por él y sus secuaces. ¿Cómo? Persiguiendo la libertad de expresión y la independencia de la justicia, poderes inviolables de un estado formalmente democrático. Cualquier limitación a la libertad y función de los valores que nos constituyen significaría cancelar ese privilegio.
Es lo que pretenden hacer. No es concebible un estado medio demócrata o con una democracia simulada; o lo es o no lo es.
Duele en lo más íntimo, en nuestra dignidad como ciudadanos, que tan solo un siniestro individuo acabe con nuestra libertad.
No es solo eso, sino que tome como rehén a todo un país, a más de cuarenta y ocho millones de personas (menos diez de nacionalistas porque ni son solidarios ni quieren seguir con nosotros) como si fuéramos tan solo materia informe e imbécil sobre la que sustentar su omnímodo e infame por ilegítimo, prevaricador y corrupto poder.
¡Que horror, que infamia para todos nosotros!
Hay gentes que le apoyan (sus beneficiarios, y eso tiene una cierta lógica, aunque sea inmoral); sin embargo, otros muchos (millones), que no lo son, también lo hacen y no acierto a entender por qué.
Somos, desde hace muchos años ya, cautivos de nacionalistas, y no conviene que olvidemos que sus valores se sustentan en el sectarismo y el racismo; siempre ha sido así en la historia de los movimientos ideológicos (fascistas y nazionalistas, como todo el mundo sabe); pero, ahora, como la más inaceptable condición y en el colmo del absurdo, de un solo individuo. Los dictadores se han alzado de forma egocéntrica sobre el resto de la sociedad a la que sojuzgan para satisfacer su personalidad seriamente dañada (pasto de diván de psicoterapeuta).
Este, el que nos ha tocado, es pueril e infantiloide con ese pasteleo amoroso con su mujer. ¿A quién importa lo que pueda amar a su mujer? A nadie, por supuesto. En el colmo de su inmadura y adolescente actitud nos ha hecho cautivos por la vía sentimental: -mirad que mal nos lo están haciendo pasar a dos enamorados, habrá que castigarlos-. Lo que sí importa y mucho, es que su mujer pretenda ser una prevaricadora impune.
No sé porque estoy escribiendo de toda esta bazofia porque es archisabido, o dicho de otro modo, nada de lo que estoy diciendo aporta nada nuevo ni a mí ni a nadie. Solo lo hago para dejar constancia lo que a mí me provoca toda esta basura: asco, náusea, profunda decepción porque nada menos que todo un país, mi país, se verá humillado en su propósito democrático sin que podamos hacer nada por impedirlo.
La Fotografía: El narcisista y perverso líder tiene dos caras (como todos los mentirosos compulsivos). Están escindidos, por un lado la imagen con la que engañan y mienten a sus víctimas, y por otro, su verdadera condición de seres que solo actúan en aras de su propio interés cueste lo que cueste y pese a quién pese. Viven en la burbuja de su propio mundo y ambición. Su desconexión con la realidad y cualquier valor o principios de orden moral es inexistente. El lado extirpado de esta cabeza es la que corresponde a la ética democrática y respeto debido a los gobernados.