9 MAYO 2024

© 2024 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2024
Localizacion
Trigueros del Valle (Palencia)
Soporte de imagen
-DIGITAL 1250
Fecha de diario
2024-05-09
Referencia
10342

DIARIO DE VIAJE: al Norte.
El viaje: un partir de mí, un infinito de distancias y un arribar a mí. Antonio Porchia
Primer día, domingo, veintiuno de Abril de dos mil veinticuatro (y 4)

…Después de la visita incompleta a Ampudia (ni vi el castillo por dentro, ni comí); me dirigí a Trigueros del Valle (tan solo 17 km), donde había un castillo al que llaman encantado, donde tienen montado una especie de parque temático con iconografía en figuras y protagonistas de historias mágicas, especialmente del siglo XX, como superhéroes y cosas así; para deleite de familias y niños (en ese segmento, el de los niños, encajaba yo perfectamente). Solo pretendía fotografiar para mis historias en este diario.
Llegué a las tres y media y paré frente a un bar-restaurante de la plaza. Pedí de comer y me dijeron lo mismo que en Ampudia, que estaban completos; pero al menos me ofrecieron una ración de torreznos con su grasa y todo, que acepté encantado y que tomé con gusto y una cerveza. Al menos comería algo.
A las cuatro me dirigí al castillo, pero no abría hasta las cinco. Paseé por el pueblo y subí a la ermita Virgen del Castillo (portada mozárabe del siglo X), asentada en un alto cerro en el que proliferaban entradas cerradas a cuevas que parecían bodegas y que en su origen fueron eremitorios. Desde la altura se divisaba un amplio paisaje y el pueblo debajo. Me acompañaba el sol, en su mejor versión. La temperatura: perfecta.
A las cinco menos cuarto ya había una considerable cola para entrar en el castillo. Y yo, con ellos.
Recorrí las diferentes estancias, fotografié monstruos, rarezas y superhéroes (todo ingenuo e insustancial), como haría el niño que también viajaba conmigo. Poco después salí del castillo  continué adelante: hacia Venta de Baños y a una abadía cisterciense, San Isidro, en la que no entré, solo fotografié por fuera.
De ahí a Villamuriel de Cerrato, del que recorrí algunas calles sin bajarme del coche. No me sedujo especialmente; pero sí la Iglesia de Santa María la Mayor (s XII), grande y espléndida con arquitectura en transición del románico cisterciense al gótico. Contaba con tres naves espaciosas y un rico retablo. Lo más llamativo del templo era la impresionante torre románica, de grandes dimensiones y estructura militar.
Cuando salí de la iglesia ya llevaba doce horas seguidas sin parar. Me sentía algo cansado por lo que decidí dirigirme a Palencia (53 km) y buscar el hotel reservado por Gabriel. Estaba de suerte, era de los buenos.
Llegué a las ocho, tomé la habitación, me duché y salí a cenar algo por el barrio. Entré en el primer bar mierdoso que encontré y claro, pedí unas rabas que fueron congeladas y grasientas. Estaban tan asquerosas que me dejé la mitad.
Volví al Hotel, me tumbé perezosamente en la cama y vi el partido del Real Madrid en el iPad, que ganó al Barcelona, y eso estuvo muy bien. Nada más terminar el partido me quedé dormido. El día, con altibajos, había resultado interesante. Además era el primer día de viaje y todavía no sentía la picadura del persistente silencio que me acompaña en mis –road movie-…
La Fotografía: “Sálvame de la boca del león, y líbrame de los cuernos de los unicornios”. Salmos 21:22.
“Y fui cazado igualmente por el olfato, igual que el unicornio, que se duerme al dulce aroma de la virginidad de la doncella”.
Richard de Fournival, Bestiario de amor en prosa.

Pepe Fuentes ·