EL DÍA DE LOS EPÍLOGOS 38
Diario de Viaje (13), este mes, sobre todo, viaje y viaje, al norte. Provincia de Valladolid, Palencia y hasta ahí. El mes que viene entraré en Cantabria y Asturias.
El tono y los hechos del relato: lo que me voy encontrando, tamizado por el estado de ánimo que me acompaña día a día.
Los Días (3), sobre demonios; mi madre y lo poco que gusto a las mujeres y lo poco que me gustan ellas a mí y, finalmente, sobre dinastías reales españolas y una posible venta de la actual a un país que quiera lucir como monárquico ¡es tan bonito!
Diario Íntimo (2), me he ocupado en este capítulo de entradas, corta aportación, por cierto, de lecturas, melancolías y sobre la muerte ¿cómo no?
Diario de un Condenado (1), solo una, no he necesitado más para trazar un panorama desolador sobre el envejecimiento y los sangrantes abandonos de mujeres que llevo sufriendo desde hace tres años. Las comprendí, aunque debo tener cuidado con eso, porque a partir de las sucesivas comprensiones pensando en los demás uno cava su propia tumba, maldita sea. Las mujeres que se fueron lo hicieron porque no asumieron envejecer mirándose en el espejo de la vejez que ya era yo.
Colección de Misceláneas (3), la realidad política actual de España, vomitiva (por eso dedico un solo día muy de tarde en tarde). Lo es porque está sustentada en el fraude y la infamante mentira y eso es inadmisible e inaceptable. Todo lo que hace el partido político en el gobierno es de código penal y mientras no los encausen, juzguen y encarcelen yo no querré saber nada de esa putrefacta realidad creada por gentes sin conciencia ni sentido moral. Una entrada más sobre mujeres, mi lógica obsesión porque no he conseguido tocar a una mujer desde hace un año ya. Decía Immanuel Kant, tan ponderado y objetivo que, “La larga ausencia de sexo convierte a una persona en neurótica”. También me he ocupado de una película que me hizo gozar: Fallen Leaves, de Aki Kaurismäki (2023), que extrae oro puro de la oscuridad silenciosa.
Diario de la Nada (7), una de las entradas la dediqué a hablar de animales, seres vivos a los que tengo presentes en mi vida por una sencilla razón: me gustan, probablemente más que muchos humanos. Y seis dedicadas a desplegar la crónica de mi última experiencia de cena con desconocidos (la segunda). Interesante si se aborda desde la perspectiva del relato literario y hasta fantasioso y hasta inaudito, porque si no es tan solo un hecho social improvisado compartido con gentes improvisadas y fugaces. Rápido pasto de olvido para todos por intranscendente.
Diario de la Belleza (1), sobre la belleza de la vida compartida en armonía con personas adecuadas y la necesidad de expulsar a las que no lo son (algunas se autoexpulsan solas). También sobre la difícil belleza de la soledad. Y, por encima de todo, hablando de belleza, la que crean los artistas grandes.
La Fotografía: Del último viaje realizado el mes pasado, al Norte, en un día de lluvia que además fue el de mi vuelta, en el Museo de Bellas Artes, de Oviedo. El bosque maravilloso (1977), del Equipo Crónica (que tanto me gustó y me gusta). Este inestable equipo de tres (acabó en 1981) y fue especialmente significativo por su ruptura con el informalismo preponderante en la época, para adentrarse en el Pop Art y la Nueva figuración; aparte de que sus obras fueron un ejercicio crítico hacia el franquismo de última hora. Dijo Manolo Valdés, integrante del grupo: “Todo era increíblemente estimulante. El pop cautivó nuestra imaginación y estimuló nuestro sentido social: queríamos aprovechar todas esas imágenes que el pop nos había enseñado a utilizar – las de los medios de comunicación, las de las noticias – y darles un contenido, agregarles la dimensión social que el pop ignoraba”.