29 JULIO 2024

© 2002 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2002
Localizacion
Barcelona (Cataluña)
Soporte de copias
ILFOBROM GALERY FB
Viraje
SELENIO
Tamaño
46,5 x 58,2 cm
Copiado máximo en soporte baritado
2
Copias disponibles
2
Año de copiado
2003
Fecha de diario
2024-07-29
Referencia
1382

LOS DÍAS 44
“Cualquier forma de nacionalismo me repugna. La patria que me proponen los nacionalistas es una carroña sentimental”. Juan Marsé
Viernes, veintiséis de julio de dos mil veinticuatro

Primera hora de la mañana: como siempre. Ahora tengo un rato para escribir. Luego, iré a la clínica odontológica a que me revisen la dentadura, por si hay algo que arreglar. También iré al Super, a comprar tomates que es lo que se me acaba antes.
En la senda he seguido oyendo con fruición a Josep Pla, y me pregunto: ¿cómo es posible que en tantas décadas como comprador y lector de libros (esto último, bastante menos) no haya reparado antes en Pla?. Tal vez porque para mí era un escritor que siempre veía a lo lejos como una reliquia antigua. Una rareza exudada de una cultura acomplejada y local (los catalanes, siempre lloriqueando para que el mundo les haga caso y por si fuera poca la infantil pretensión, con ínfulas imperiales). Ese desajuste entre lo que uno cree ser y lo que es realmente, y el cómo supone que le ven los demás solo puede sustanciarse conflicto, que es lo que ha venido sucediendo a estos predestinados para la gloria universal (según ellos) desde el siglo XIII o antes (ya al Conde-Duque de Olivares, s XVII,  le tocaban las narices constantemente con su dichosa Generalidad).
Leer a Pla, que hasta el momento no da muestras de ningún instinto nacionalista (nunca lo fue, me parece, tan solo amó a su tierra y su cultura, pero no contra nadie), es un placer que me hace percibir la vida catalana de los años veinte como un espacio geográfico y social en tranquila sintonía (más o menos) con la cultura castellana o española, o Europea si ampliamos la mirada sin prejuicios. Aunque reconozco que este es una interpretación bienintencionada por mi parte, porque no mucho después vino Francesc Maciá y toda esa incesante mierda independentista que no acaba nunca (la virulencia de sus reivindicaciones siempre depende del clima, cuando llueve se refugian (dictadura franquista), cuando sale el sol salen a robar carteras y hacerse notar.
Ahora, con el advenimiento de pueriles políticos enrabietados todo el tiempo como niños consentidos, han conseguido que vivamos unos contra otros. La verdadera razón de que esto sea así no es una cuestión real de incompatibilidad cultural, sino, simplemente, que estas gentes son de alma neofascista, con lo que eso supone: vivir a costa de embrutecer a su pueblo (el fascismo es manipulador y racista por definición y ellos lo son en la medida que nos odian por ser supuestamente diferentes). Estúpida perversión, primaria e irredenta.
Lo importante para mí es que todo ese asunto de enconamientos políticos de baja estofa no impide que disfrute mucho con la lectura de Pla, que además ya no está entre nosotros.
Vuelvo a los pequeños asuntos personales, o no tan pequeños porque se trata del cuidado de mi boca. En la clínica no me hicieron esperar demasiado. Han radiografiado mi dentadura y a partir de ahí, una doctora joven, de piel cálida y actitud desganada ha repasado las piezas dentales e iba dictando a una ayudante lo que observaba. A medida que enumeraba yo iba alarmándome porque parecía que mis necesidades eran graves: reconstrucciones con poste, corona de porcelana, férula, limpieza, empastes… todo eso sucedía en una consulta y en un ambiente y tono coloquial, como si fuera una visita de cortesía para confirmar que todo estaba bien (hacía tan solo siete meses que me habían hecho una reparación general) y que mi visita solo era una formalidad. No, que va, cuando he salido y me he dirigido a recepción me han entregado un sobre  que supuestamente contenía el informe de lo observado. Pero no, era el presupuesto perfectamente ultimado. Ha sido como magia (negra, claro), porque el coste alcanzaba los mil euros.
La Fotografía:  Chimeneas de La Pedrera, obra de Gaudí, de estilo modernista, construida entre 1906 y 1912. Son uno de los elementos más famosos y singulares de la azotea, y que más ha generado todo tipo de elucubraciones e hipótesis sobre su origen y simbolismo. Hay un total de 30 chimeneas, dispuestas en grupos o de forma individual, y esparcidas a todo lo largo de la terraza. George Lucas se inspiró en ellas para diseñar los cascos de los soldados imperiales. (Wikipedia). Esa es la idea, el arte como elemento aglutinador y expansivo de la creatividad humana y que va mucho más allá de cualquier miserable localismo.

 

Pepe Fuentes ·