12 AGOSTO 2024

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 100
Fecha de diario
2024-08-12
Referencia
9839

LOS DÍAS 50 y 2
“El rostro es el espejo del alma y los ojos sus delatores”. Cicerón
Viernes, nueve de agosto de dos mil veinticuatro

La noche del jueves al viernes ha sido mala, muy mala. A las tres y horas sucesivas estuve despierto o en un duermevela alucinado muy poco reparador.
De vez en cuando abría un periódico en Ipad pero era incapaz de entender los titulares. Todo me parecía estrambótico, estrafalario, noticias que no parecían proceder del mundo civilizado, aunque sí del país que habito.
Entre otras noticias, los periódicos informaban de la lamentable actuación de un clown perturbado que alimenta su enloquecida pretensión histriónicamente a diario. A veces después de manifestarse obsesiva y constantemente consigue un gran golpe de efecto como el de ayer.
Para el espectáculo, sus ayudantes (tiene muchos seguidores) prepararon el escenario y el atrezo necesario: banderas, micrófonos, pantallas y supongo que banda sonora. Apareció, realizó unos movimientos enloquecidos, enajenados, como si estuviera bajo los efectos de algún fuerte estimulante. Aplaudió (supongo que a sí mismo), arengó, chilló y de pronto, realizó el número fuerte de escapismo que trajo en secreto (no figuraba en el programa), pura prestidigitación: ahora estoy, ahora no estoy. Desapareció limpiamente y nadie supo cómo lo hizo (según dicen se ayudó de un coche blanco). El bufón se había superado, solo faltó que hubiera aparecido disfrazado como el Joker (el que escapa con el dinero).
Toda esa aparente fabulación sería risible si no fuera cierta y consistiera en una diabólica burla nada menos que a todo un estado y sus habitantes (por ahora lo sigue siendo, aunque pronto dejará de serlo).
Mi mala noche no mejoró y empecé a pensar que vivía en una ficción, en una especie  de teatro del absurdo, pero sin poesía, ni lirismo; solo en una especie de aquelarre parecido a las pinturas negras goyescas, con la abismal diferencia de que lo que fue puro arte en Goya, de un brutal expresionismo entre la risa y el llanto, impregnado de un sentido profundamente dramático y desesperanzado; aquí y ahora, en estas pobres representaciones de barraca de feria se escenifica una realidad social vulgar y estúpida, con una textura estética semejante a la de un basurero poligonero, un vomitivo espectáculo ahíto de grosería y vulgaridad.
La Fotografía: Recreación del funesto personaje (Joker), indudablemente de gran parecido físico y moral, sobre todo sus ojos, reveladores del pozo de mierda e inmoralidad que es su cabeza.

Pepe Fuentes ·