27 AGOSTO 2024

© 2024 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2024
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
DIGITAL 50
Fecha de diario
2024-08-27
Referencia
10472

DIARIO DE UN CONDENADO 11
Un cuentecito: ¿florecen las orquídeas en los eriales?
Lunes, diecinueve de agosto de dos mil veinticuatro (toma 7…).

… Una vez que llegué a un acuerdo conmigo mismo, que no me costó nada, por cierto, me puse manos a la obra: Concerté una entrevista con la intermediaria, en este caso mediante videollamada. Afortunadamente, la gestora, resultó ser una mujer que en pantalla parecía atractiva, en la cincuentena, de estilo y formas adecuadas para el propósito, aunque en algún momento se mostró excesivamente inquisitiva, pero, en general, asumible.
La conversación duró una hora en la que me sometió a un cuestionario o entrevista (gratuita, tenía una gran confianza en su capacidad comercial) para establecer un perfil básico de personalidad. El tono fue cordial (yo era un potencial cliente) aunque en algún momento se tensó un poco, hasta el punto de que al día siguiente le pedí que se disculpara por escrito (correo) por una apreciación inadecuada sobre mí (al fin y al cabo yo no buscaba finura semántica, si no capacidad y buena gestión con el plan), cosa que hizo sin problema: ella cobraba, yo pagaba (si la condición era una disculpa, pues se pide y a otra cosa).
El precio de sus servicios fue de ciento setenta y cinco euros por contrato de servicio y ochenta y cinco por cita propuesta. Luego, una vez que la cita tenga lugar, es ella la que se encarga de intermediar y transmitir a ambos las mutuas impresiones que hayan tenido del otro. Eso está bien (esa despersonalización ahorra malestar en caso de rechazo).
Revisión y análisis por mi parte de la marcha del -plan personalizado- (así lo llama ella): en buena lógica, el trabajo de la profesional es encontrar un perfil de mujer que se acople lo más armoniosamente posible al mío por intereses y afinidades, con las mínimas distorsiones, y viceversa. Nadie mejor que ella estará en condiciones de conseguirlo porque, obviamente, tendrá información suficiente para ajustar intereses, tanto míos como de la otra parte.
Lo del deseo y sintonía es otra cosa, excede lo que ella pueda hacer. Eso no sería cosa suya, por supuesto, sino nuestra.
Quedé satisfecho con el planteamiento, me pareció digno de experimentar. Es más, cualquier otra fórmula ahora me parece terriblemente insuficiente: encuentros fortuitos en una Cena Rara, un contacto a partir de web de citas (ninguna funciona), o un encuentro discotequero o escenario similar. Ah, y actividades sociales en grupo (visitas a museos, clases de cocina y muchas más…), pero yo no soy capaz de hacer esas cosas tan democráticas. Esas fórmulas son cosas de gentes “encantadoras” con las que yo no quiero trato. Además, hay un aspecto positivo añadido, la mujer que pueda proponerme, estará conectada al mismo deseo, quiero suponer, y eso eliminará desorientaciones y tonterías.
A mi edad, esto de la neutralización de la devastadora soledad y montar un equipo con una mujer que nos permita facilitarnos la vida en aspectos prácticos, lúdicos y sexuales será cosa de un buen acuerdo, sostenido por rientes afinidades y no por mapas del amor e idealizaciones extemporáneas, sí, de las que dan problemas seguro.
Además de que, con desconocidos absolutos, no tienes ni idea de cuáles son sus oscuras pretensiones, mientras que, con la intervención de la intermediaria profesional, ella ya se encargará de filtrar el ruido y las sombras e ir al grano. Para eso he pagado, me dije animado. No quiero pensar en un posible fraude por su parte, le resultaría fácil, coartadas le sobrarían…
Aunque sea uno de los oficios viejos del mundo, me parece una fórmula definitiva e insuperable, y si no funciona, me rendiré y me ocuparé de mis otras cosas.
Precisamente hoy mismo, después de haber enviado un cuestionario por escrito a esa mujer (una vez pagada la cuota de inscripción en el plan personalizado), tendré una segunda entrevista con la gestora, con lo que se cerrará el proceso de preparación e información. Luego, supongo, un tiempo de espera para que ella busque y encuentre alguna candidata que esté en mí misma frecuencia (dudo que lo consiga, pero como no estoy seguro, esperaré a ver qué pasa).
Supongo que la agente, al igual que yo, somos conscientes de que el propósito es casi imposible; sin embargo, para ella, es rentable porque cobra, luego gana; mientras que para mí todo es pérdida, salvo porque experimentaré algo desconocido. También puedo ganar, indirectamente, tranquilidad de conciencia haciendo algo aparentemente eficaz, además de comprar una asumida resignación de futuro: me diré -yo lo hice todo, pero el mundo femenino no me resultó propicio- y ya está, a otra cosa.
Hay una parte mala (o más, iremos descubriéndolas), y es que he tenido que aguantar algunas fórmulas relamidas y cursis (por su parte), frasecitas cremosas y tontas como: -el mapa del amor- y tonterías parecidas. No me gusta que se desprecie la estética y el buen gusto en nada que tenga que ver conmigo.
Volveré sobre esta aventura con una segunda parte…
La Fotografía:¿Qué es el amor?  No es la excitación sexual. Es la necesidad de estar todos los días en compañía de un cuerpo que no es el propio. En el ángulo de su mirada. Al alcance de su voz”. Pascal Quignard 

Pepe Fuentes ·