EL DÍA DE LOS EPÍLOGOS 41
Los días (8); de todo un poco, a pesar de que mis días, observados con lupa y precisión quirúrgica no contengan nada extraordinario; un poco más allá ofrecen la posibilidad de levantar testimonios variopintos, como, por ejemplo, en este mes, desde aproximaciones a hechos lamentables y risibles en el espectro político de nuestro triste país; a una tragedia de la que ha sido víctima una amiga (la muerte de su marido); o una visita al centro de mi ciudad (vivo en el extrarradio) y cosas parecidas, de las que me pasan y que son como si no me pasaran, porque a mí, realmente, nunca me pasa nada.
Diario de un condenado (8); este ha sido el capítulo más importante del mes porque las entradas, amenizadas con fotografías performativas creadas ex profeso (tremendistas y coloristas) las he dedicado a una reflexión sobre el extinto mundo del amor y el erotismo en los viejos. O, mejor dicho, a las múltiples carencias de los que estamos contaminados por la pandemia universal, de la que son síntomas inequívocos la soledad y silencio. El cuento, todavía incompleto, se titula: ¿florecen las orquídeas en los eriales? Creo que está quedando bastante bien.
Colección de misceláneas (6); aquí, una vez más, cine y literatura, y estos han sido los nombres protagonistas: Robinson Crusoe, Donald Trump, Gerard Depardieu, Josep Pla, Elena Ferrante y Víctor Erice.
Diario de la nada (3); un poco de todo, otra vez: encuentro con un amigo, con Naty y reencuentro con el Real Madrid; experiencias de extrema soledad en la infancia y reflexiones sobre el sustento existencial que es para mí este diario.
Diario íntimo (3); La entrada más importante de las tres de este capítulo fue la del diez, día de mi cumpleaños, y en ella, una descripción de mi perspectiva vivencial actual referenciado con un poema de Charles Bukowski, uno de mis queridos poetas (son muy pocos); también alguna que otra cosa como la descripción hiperrealista de cómo pasé el día de cumpleaños.
Diario de envejecimiento (1); el tema recurrente de todos los días y todos los meses y en todo momento: aprender a envejecer, la más importante empresa de mi vida, con una foto de un cuadro de un asilo de principios del siglo XX (la foto no podía ser otra).
Y, por último, un día dedicado a la felicitación a mi nieta: Emma Louise, que ha cumplido quince años, con una foto suya, naturalmente.
La Fotografía: Este mes, en este trabajo que realizo a tiempo completo (todos los días de la semana), he mantenido algo de actividad en el plató (la toma fotográfica es infrecuente en esta época). Como no forma parte de mi dinámica continuada, salvo cuando salgo de viaje, me ha resultado extraña y no muy inspirada, a pesar de que me encanta cuando me decido a fotografiar. Operativamente no me resulta fácil porque todo lo hago yo (antes colaboraba Naty), actúo de modelo, de fotógrafo operativo, de técnico, de escenógrafo y de creativo. O, dicho de otro modo, para que se entienda mejor: si me coloco delante de la cámara no veo el plano de toma, encuadre, expresión y otros matices; con lo cual la toma fotográfica de carácter performativa, la que más me gusta e interesa, resulta harto dificultosa. Ah, y en esta imagen aparezco como si de Velázquez me tratara ¡qué gracioso! pero a diferencia de él, yo soy la figura más trivial y prescindible de la composición.
31 AGOSTO 2024
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