24 SEPTIEMBRE 2024

© pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Fecha de diario
2024-09-24
Referencia
10495

LOS MICROVIAJES
A Segovia: día 2.4
Sábado, treinta y uno de agosto de dos mil veinticuatro

… Del edificio del Palacio, a los Jardines, que siempre me han parecido espléndidos. Los he visitado en distintas épocas y siempre los he admirado. Incluso, en 1999 hice un trabajo fotográfico exhaustivo en medio formato analógico, eso sí sin inspiración ya que me concentré en sacar el máximo rendimiento a aspectos técnicos del proceso, de principio a fin, desde la toma hasta el copiado en gran formato. Ahora me parece una solemne y presuntuosa tontería todo aquél descomunal esfuerzo.
Reencontrarme con los jardines, tantos años después, ha sido una experiencia curiosa ya que mi mirada en algo había cambiado desde entonces, a pesar de que siempre defienda en este diario de que no cambiamos en absoluto en el auténtico ser profundo: pero claro, también está lo secundario, los matices, los detalles, las texturas, el punto desde donde se mira, y sobre todo, tal vez, el cansancio y el desaliento que modifica cualquier posición.
El caso es que hice la visita con otra cámara (Fuji GFX100, en vez de la pesada Mamiya RB67), con otra retina fotográfica (cromáticamente variada); y con toneladas de tiempo a mis espaldas con relación a aquella remota época. Ahora la falta de ambición «artística» y una cierta  relatividad  es notoria y todo teñido de sensaciones inclementes (que no lúcidas).
Los jardines, que eran los mismos, me parecieron diferentes porque los vi a través de mi cámara actual: ahora jardines en tecnicolor y entonces  en blanco y negro. Aquellos eran existenciales (lo llevaba yo dentro); los de ahora leves y breves (tan solo estuve en ellos poco más de una hora), fotografié poco y me fui. Me gustaron, sí, sin duda, pero no me aludieron más allá de una mera contemplación protocolaria y fotográficamente recreativa, como un mero ejercicio de paseante que llevaba una cámara más grande de lo normal, como en mi época analógica (es lo único que he conservado de mi pasado fotográfico, los tamaños). De cualquier modo, algunas de las partes no las vi tan cuidadas como entonces (demasiadas malas hierbas donde antes no las había, me parece recordar).
En torno a las doce y media partí hacia Sotosalbos, pueblo cercano y segunda parada del día…
La Fotografía: Perspectiva declinante ajardinada de agua y esculturas de motivos e inspiración mitológica. Contrastada, cómo no, ya que la concepción de los jardines lo son, tanto las esculturas rojizas como las que son blancas, pero veteadas de negros húmedos. La tupida vegetación verde y los muchos estanques de reflejos azules en sus aguas hicieron de los jardines un bello espacio para discurrir por sus paseos entregándome a un estado de consciencia ensimismada, contemplativa y hasta feliz.

Pepe Fuentes ·