14 OCTUBRE 2024

© 2024 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2024
Localizacion
Huesca: Catedral
Soporte de imagen
DIGITAL 51.200
Fecha de diario
2024-10-14
Referencia
10531

LOS MICROVIAJES
A Huesca: día 1 y 6
Domingo, veintidós de septiembre de dos mil veinticuatro

… El hotel lo reservé en Monzón, mientras comía. No me costó demasiado aparcar y localizarlo (Huesca no es muy grande). Era un hostal sencillo, céntrico y barato (46 €). En la planta calle había un bar de la misma marca que el hostal, atendido por chicas jóvenes negras muy simpáticas de culos inauditos y espectaculares.
Después de ducharme salí a dar un paseo del que me cansé pronto. La temperatura era excelente y eso propiciaba que las terrazas estuvieran muy concurridas. Me senté en una a cenar (ya era de noche). Tomé una tosta de ternera con postre (20 €), que me sentó fatal como comprobé después en el baño de mi minúscula y pobre habitación.
Mientras cenaba, veía la gente pasar; un hombre recorrió varias veces la calle, arriba y abajo, con un gran pastor alemán. Lo ató a una puerta de barrotes de una tienda y se alejó, supuse que a comprar algo. Cuando se fue, el perro comenzó a aullar y a llorar desconsoladamente. Su angustiada sensación de haber sido abandonado impresionaba. Poco después volvió y el animal mostró una alegría desbordante moviendo el rabo frenéticamente y colocándole sus patas delanteras en el pecho (de pie, era tan alto como su dueño). Solo le faltó besarle. Así son los perros, fieles y amorosos a muerte, los únicos seres vivos que sienten nuestra ausencia y que cuando volvemos con ellos, aunque solo nos hayamos alejado durante unos minutos nos reciben con alegría alborozada como si no pudieran vivir sin nosotros porque nos quieren locamente. Así lo creemos sus dueños, porque nos lo demuestran a diario. Si en la vida es bueno tener un amor cercano que nos consuele y nos perdone yo tengo a Mi Charlie; ¿para qué quiero más? Para nada.
Volví al hotel a las diez, me acosté y me dormí en el acto. Estaba roto de virtuoso cansancio.
La Fotografía: Yo dormido, y visionario como soy, adelantándome a lo que no vería hasta el día siguiente, en la Catedral. Me observo pleno de bondad e inocencia, perdonado y sin pesadillas; pero eso sí, desenfocado porque estoy dormido y con los ojos abiertos porque estoy soñando.

Pepe Fuentes ·