CARTA A LUCÍA MAE XVII
Hola, Lucía, felicidades por tu cumpleaños hoy. Diecisiete este año.
Por lo que voy sabiendo desde aquí, al otro lado del agua, tu vida este año pasado ha sido prolífica y vital: estudios y vida intensa en tu instituto; carreras (entrenamientos y competición); ampliación incesante de tu mundo social; acogedora vida familiar, en fin, todo lo que se puede vivir en una adolescencia feliz.
El otro día me contó tu padre que habías volado sola por primera vez, de Chicago a Washington, para visitar algunas universidades con tu tío John. Claro, ya estás en la fase de preparar tus estudios superiores. Lo que todavía no sé es lo que estudiarás (creo que tú tampoco tienes claro todavía por lo que te decantarás). Tienes tiempo aún. Lo que sí sé es que lo que estudies lo harás brillantemente.
Este año será un gran año para ti. Seguro. Según la numerología, el número diecisiete tiene significados simbólicos positivos: al parecer invita a salir de la duda y entrar en la certeza (si es así, este tiempo te ayudará a elegir bien tu camino académico y profesional de futuro). También es símbolo de autodisciplina compasión y sabiduría (la numerología te ha tenido en cuenta en sus predicciones).
Sabes, Lucía, a mi me gustaría poder transmitirte algo que sea especial para ti, no importa que fuera una idea recóndita para tu privadísimo uso; pero no es sencillo para mí porque he llegado a la era septuagenaria sin haber atesorado alguna sabiduría especial. Como viejo que soy debería ejercer de sabio y guía de las generaciones que venís detrás, por supuesto tú y Emma, pero no me sale nada lúcido o ejemplarizador, sencillamente porque no he aprendido tanto para hacer eso. Yo, solo he cumplido años y poco más. Me tranquiliza saber que no necesitáis de mí, que allí, en el mundo que vivís tenéis enormes recursos de todo tipo, y unos padres maravillosos que os dan todo lo que necesitáis.
Vosotros, la familia entera, y tú, por supuesto, claro que sí, me ofrecéis lo mejor que me podéis dar que es vuestro sabio, positivo y brillante modo de vivir que me deja inmensamente tranquilo y orgulloso.
Yo, aquí seguiré con lo mío, que no es otra cosa que ir sorteando las piedras del camino del envejecimiento y acordándome mucho de vosotros, y en un día como hoy, que es tu día, de ti, especialmente de mi nieta Lucía, guapísima, cariñosa y encantadora.
Pásalo bien hoy, y todos los días de tu año diecisiete.
Un beso fuerte, Lucía. Te quiero.