MONÓLOGOS SOBRE ARTE
Capítulo veintiuno: -Estampa, Madrid- 1
Sábado, diecinueve de Octubre de dos mil veinticuatro
Ayer fui a la Feria de arte contemporáneo Estampa ¡me gusta tanto el arte hipermoderno! y, curiosamente, a pesar de ser la edición 31 era la primera vez que la visitaba. No sé estar atento y ser constante ni en las cosas que me gustan mucho.
Los organizadores se definen como asociación de galerías: “…cuyo ámbito de trabajo es el mercado del arte en España, y su preocupación es la formación y estabilización de un coleccionismo sostenible para un galerismo en crecimiento y actualización constantes en nuestro país”. Entresacado de información oficial de los organizadores, en Internet. Me pregunto ¿qué es el coleccionismo sostenible? Ni puta idea. A todo, absolutamente todo, para que sea validado, hay que añadir el adjetivo…
Dice la RAE: “Especialmente en ecología y economía. Que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al ambiente”.
Vale, pues entonces será eso: que los coleccionistas lo sigan siendo ad infinitum; los artistas, artistas; y los aficionados como yo, igual. Curiosamente, en el término sostenible, patrimonio del lenguaje “progre” se encierra una esencia netamente conservadora ¡qué risa!
Como yo estoy muy centrado en mí mismo porque estoy muy solo, no tengo más remedio que protegerme con uñas y dientes para ser también sostenible, me va la vida en ello ¿lo soy? Creo que sí, pero malamente. Soy un ser sostenible, aunque precario…
La Fotografía: Todas serán de Estampa mientras dure el cuento, realizadas el sábado por la tarde. Concretamente desde las cinco (hora taurina), hasta las siete y cuarto, que me volví a mi ciudad y a mi casa, para tener cerca la paz de mi cama (el mundo es hostil). Mi actuación allí, desdoblado en el señor de la foto de hoy, duró casi lo mismo que una corrida de toros. Ah, y por si alguien no se ha enterado todavía: soy taurino (aunque no asista a las virtuosas ceremonias de las corridas de toros) porque soy un convencido creyente en el arte de los toreros y en la sostenibilidad de los toros bravos: sin corridas de toros, adiós a los toros, a no ser que nos los comamos para hacerlos sostenibles, claro.