EL DÍA DE LOS EPÍLOGOS 44
Los Microviajes (11). Con estas últimas entradas termino el relato de la exploración por Huesca y Navarra. A medida que el tiempo pasa he ido acortando los días de viaje hasta que he pasado de viajes (más de cuatro); a microviajes, cuatro o menos; y así hasta que inaugure los viajes fugaces, de uno o como máximo dos. Entonces, el formato viaje me parecerá tan inasequible como si de una vuelta al mundo se tratara. Y máxime si persiste un molestísimo dolor en una rodilla que me atormenta ahora (cuatro días llevo).
Ha sido un buen microviaje, de duración justa y sumamente interesante por las ciudades y pueblos que he visitado; catedrales, monasterios, conventos, colegiatas, museos, castillos y poco más, por no decir nada en absoluto. Bueno sí, también un parque natural (en la foto de hoy).
Tal vez, tendría que cambiar de rollo en los viajes y buscar aspectos algo más lúdicos, como viajes para cultivar las relaciones sociales. Eso me lo recomiendan mucho, pero normalmente son personas que no me gustan, luego no les hago ni caso. Y por lo principal: prefiero los claroscuros catedralicios a las anodinas conversaciones de personas que me gustan tan poco como las que me recomiendan las actividades sociales (creo que lo hacen a mala sombra, para fastidiarme la vida). No sé cuándo partiré a un nuevo microviaje (importante, que duren poco), quizá en Abril, sí, seguro que en ese prometedor mes (iré a Sevilla, se me ocurre ahora, bueno no, porque es la dichosa feria de esa ciudad).
Colección de Misceláneas (7). Dos dedicadas a lecturas: Yubal Noah Harari, Lola López Mondejar, Alejandro Palomas, Manuel Vilas (mi escritor favorito), y quizá algún otro que ahora no recuerdo. Dos a teatro, cosas de escenarios, uno en Madrid: Cortázar en juego, adaptación de Sinisterra, que no me gustó, y Tambores japoneses, en Toledo, que me gustaron. Cosas de la tele: dos películas, que me encantaron: Cruce de acusaciones, Casa en llamas y una serie, Truelove. Todo lo contado en este capítulo lo he disfrutado, salvo la adaptación de Cortázar.
Cenas Raras (5). Aquí, al relato de la cena rara seis, añado, días después, un interludio donde me extiendo en la decepción que me supone la experiencia.
Los Días (3). Dos entradas dedicadas a la visita de unos amigos, desde Madrid y una tercera, a una especie de declaración de principios misántropos y misóginos y todo al mismo tiempo a partir de sentirme expulsado del mundo femenino.
Adentrándome en las Tinieblas (2). Este capítulo ha sido como a mala leche, sí, cabreado. Dos días hablando de lo mismo: la invisibilidad de los solitarios, que no provoca felicidad, precisamente.
Diario Íntimo (1). Hablo del éxito de Gabriel, mi hijo, y su infinita capacidad para resolver satisfactoriamente los contratiempos. También, de su simpatía y talento.
La Fotografía: En Las Bárdenas Reales, la tarde me dio todavía para fotografiar durante casi dos horas. Me fui con el último sol. Ya no quedaba nadie por allí, y, probablemente, los lobos si es que merodeaban por el lugar, preparaban su salida para comerse a los microviajeros cansados. El coche esperaba indulgente y resignado a que me decidiera de una vez, sabía que nos quedaba un largo camino.