MONÓLOGOS SOBRE ARTE 23 y 5
«Representé el mundo tal como me parecía en su esencia, tal como se apoderaba de mí» Gabriele Münter
Domingo, ocho de diciembre de dos mil veinticuatro…
… Terminaré ya con el relato de mi encuentro con una artista desconocida para mí, Gabriele Münter, el pasado martes, en el Museo Thyssen-Bornemisza y que duró casi dos horas.
Mi vida consiste, en tantas ocasiones, en pasear mi desinformación (a Münter no la conocía), y, también, en absorber y conocer todo aquello que sea interesante, como era el caso.
Según dijo Guillermo Solana, director artístico del museo en la presentación de la exposición: “Gabriele Münter, es la única artista expresionista que tenemos en la colección”.
Al parecer, Gabriele, después de unos primeros años hiperactiva o al menos de descubrimiento, en su etapa junto a Kandiski, pasa a una fase más reposada y tranquila, aunque siempre activa. Según el historiador Reinhold Heller: “Münter expuso su obra ininterrumpidamente durante los años 50, al menos una vez al año, en galerías y museos alemanes. Münter recibió el Premio Cultural de Pintura en 1956 y la Medalla de Honor de Oro de la Ciudad de Múnich en 1957”.
Vivió alternativamente entre Colonia, Múnich y Murnau. En 1932 regresó a su casa en Murnau, donde vivió con el historiador de arte Johannes Eichner.
El estilo tardío de Gabriele Münter se vuelve más austero, más sobrio. “Y ella, con esa naturalidad que le permitía experimentarlo todo, adopta a una nueva mujer de profesión más liberal, bien vestida y con el pelo a lo garçon”, dice Marta Ruiz de Árbol, conservadora de Pintura Moderna del Museo y comisaria de la exposición. Los últimos años los pasa en Murnau, un entorno perfecto para una artista tranquila. Allí morirá en 1962, a los 85 años.
La Fotografía: Dama en un sillón, escribiendo, desplazada. (1930), de Gabriele Münter. Parece haber una coincidencia absoluta en adscribir a esta artista, por parte de historiadores del arte, críticos y especialistas, al expresionismo alemán. Para nadie ofrece dudas la etiqueta; para mí algunas. Y no solo porque en el mundo del arte, o, mejor dicho, en los artistas, a lo largo de toda una vida estén presentes diferentes momentos de orden creativo, personal o simplemente que puedan verse influenciados por corrientes del momento o por cambios de intereses o perspectivas creativas. La trayectoria de un artista inquieto y Münter lo fue, siempre estará más allá de etiquetas reduccionistas. No digo que muchas de sus obras no estén impregnadas de expresionismo (aunque muy propio), pero también impresionistas o fauvistas, y esta última corriente me parece más presente en ella que cualquier otra. En la obra que traigo hoy, bellísima y sugestiva, por cierto, la mujer representada, modernísima y con estilo que recuerda a la Belle époque, aunque fuera una tendencia finiquitada hacía quince años, demuestra la mezcla de estilos a lo largo del tiempo. De cualquier modo, esta obra, en absoluto me parece expresionista.