Diario de un hombre Enfermo (de cáncer) 1
“El carcinoma basocelular es una neoplasia maligna derivada de las células epidérmicas de los folículos pilosos o células no queratinizadas puede ser desfigurante y originar deformidades o pérdida de la función del órgano afectado, es más frecuente en zonas sobresalientes como la nariz. Implica la extirpación quirúrgica del tumor, aunque también pueden emplearse otros métodos como la crioterapia (congelación con nitrógeno líquido), cirugía convencional, terapia fotodinámica, quimioterapia en crema o radioterapia”. Google
Martes, cuatro de marzo de dos mil veinticinco
Es lo que tengo, un maldito carcinoma basocelular en la nariz, que, por su naturaleza maligna puede derivar en metástasis a través del sistema linfático en distintos órganos vitales, como por ejemplo los pulmones, cerebro, huesos…
Desde ayer por la tarde que me comunicaron el diagnóstico estoy sumido en una fuerte depresión. Todo el día he estado alterado y deprimido. Nervioso, también.
Parece que esta jodida mierda de la vida se acerca a los actos finales de una representación que será incierta, estúpida y peligrosísima, aparte de dolorosa y sufriente ¡maldita sea!
Existe una Cirugía llamada de Mohs, que consiste en que me irían loncheando la nariz, hasta que dejen de aparecer células cancerígenas. Ese ignominioso despliegue charcutero solo será posible si consigo encontrar algún centro médico que me intervenga. Por el momento esa imperiosa y urgente necesidad se presenta muy difícil. La intervención tendrá sentido si antes no se ha producido la temible expansión o traslado a otras partes de mi cuerpo de la venenosa sustancia.
Si todo saliera bien y encontrara quirófano, podría llegar el momento feliz de que en alguna de las rebanadas de mi nariz se vaya la última célula cancerígena, pero, tal vez, ya ni nariz me quedará. Eso sería lo de menos, porque al fin y al cabo qué más da una nariz si el fin es bueno. Pero, lo malo es que quedarme sin nariz, tampoco garantizaría que no se reproduzca en cualquier momento, en algún otro sitio (en la nariz no, porque ya no tendría).
Además de deprimido y preocupadísimo, la noche pasada, apenas si dormí.
Me aliviaría el que un médico dermatólogo me vea y me ofrezca una alternativa, un día, un quirófano… algo que me tranquilice y me sitúe en una posibilidad de curación, si es que eso es posible todavía.
Hoy he dedicado el día a realizar llamadas o indagar dónde podrían tratarme, con ayuda de mi amigo-hermano, de Naty y Ángel, sin resultado, por el momento. Las agendas de los dermatólogos están ardiendo, por lo que voy comprobando. Necesito que traten mi mal con urgencia, es una carrera contra reloj porque la metástasis amenaza cada segundo que pasa.
La Fotografía: De la postintervención de la doctora O., hace quince días. El cosido de la sien izquierda tiene diagnóstico favorable: “Carcinoma basocelular nodular que no afecta al margen de recesión”. La zona ha quedado limpia de contaminación. No así la nariz (solo extrajo materia para biopsar), por lo que, el carcinoma está sin delimitar, razón por la cual mi enfermedad es cierta, amenazante y muy peligrosa.