22 JULIO 2025

© 2025 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2025
Localizacion
SERIE TV: Después de la fiesta, Peter Salmon /2023
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2025-07-22
Referencia
10935

COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS 90
“Contra el dogmatismo ¿qué? La lucidez, el relativismo y la tolerancia”.  André ComteSponville
Lunes, veintiuno de julio de dos mil veinticinco

El fin de semana lo hemos pasado en casa Mi Charlie y yo -solitos- y, en ningún momento, hemos soportado ataques de ansiedad, por no ver ni hablar con nadie. Mi Charlie está más acostumbrado porque solo habla conmigo, que es como si no lo hiciera con nadie.
Bueno, no ha sido absolutamente cierto porque ayer, a la caída de la tarde, hablé con mi amigo-hermano por teléfono porque quería contarme un historia picante y jugosa que le había pasado horas antes ¡qué divertido es Armando, mi hermano!
El sábado terminé de ver una serie de TV que me ha tenido absorto, apasionado como espectador de una representación en torno a una de las razones viscerales humanas, demasiado humanas, cuando entran en juego cuestiones críticas y delicadas desde el pudor y los prejuicios, como es el sexo; o no exactamente, sino, más bien, cuando el sexo es el pretexto para poner en juego pretendidas verdades morales contra todos los indicios o pruebas.
La serie: “Después de la fiesta”, dirigida por Peter Salmon (2023). Penny lo pierde todo cuando acusa a su marido de un delito sexual contra el amigo adolescente de su hija y nadie la cree.
Lo más importante de la serie es el impecable desarrollo de un guion poderoso que mantiene a lo largo de los seis capítulos una creciente y electrizante tensión, un tour de force intensísimo entre lo que pudo o no pudo ser, sobre la verdad o la mentira, que aboca al espectador a tomar partido por una cosa o por otra, por unos u otros, y que yo tomé, claro, porque si no habría dejado la serie por desinterés. Aquí la indiferencia no estaba invitada.
Sí, quizá sea la serie que más me ha llegado de las que he visto este año. Todo lo que sucede se comprende porque sus personajes hablan desde el corazón o desde la manipulación, pero siempre desde una autenticidad y naturalismo al que te entregas sin reservas.
Penny no pudo caerme peor porque es un personaje de radicales e intransigentes posturas, no solo en la historia en sí, sino en todo lo demás, en todos los aspectos de su vida: maniquea, dogmática, antipática, abrasadora, exasperante y tan alejada de cualquier principio de tolerancia que solo pude detestarla, ahora, que la vejez solo me calienta la compasión y la relatividad.
El personaje podría ser como un Procusto redivivo: “En la mitología griega, Procusto, también conocido como Damastes, era un posadero bandido que obligaba a sus huéspedes a encajar en una cama de hierro. Si la persona era más alta que la cama, Procusto le cortaba las piernas sobrantes; si era más baja, lo estiraba hasta que alcanzara la longitud deseada. Este personaje se ha convertido en un símbolo de la rigidez y la intransigencia, donde la realidad se adapta a una visión preconcebida en lugar de adaptarse a ella”. Wikipedia
La Fotografía:
Robyn Malcolm (Penny, en la serie), actriz neozelandesa, de 60 años, absolutamente desconocida para mí. Ella es esta historia, absolutamente, porque impregna a su personaje de una veracidad, de una fuerza dramática que desborda límites y hace que o bien la ames o la odies, pero siempre desde la conmoción que provoca su actuación. Atención a otro de los personajes, Ollie, absolutamente fascinante, interpretado por Ian Blackburn

Pepe Fuentes ·