5 AGOSTO 2025

© 2025 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2025
Localizacion
ROY ANDERSSON. La comedia de la vida (2007). Psiquiatra
Soporte de imagen
-DIGITAL 8000
Fecha de diario
2025-08-05
Referencia
10971

COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS 91
“Nadie, nadie escapa a la responsabilidad, a la culpa; existe una maldad que no se puede explicar, una maldad virulenta y terrible que de todos los animales solo la posee el hombre”. Ingmar Bergman
Lunes, cuatro de agosto de dos mil veinticinco

Ayer, domingo, nada de nada, en todo el puñetero día.
Tendré que plantearme intentar morder algo, lo que sea: hacerme caníbal o santo, y no morder nada. No puede haber término medio. Esperar la muerte en estado letárgico es lo más triste que imaginar se pueda.
Decía el otro día que me encerraré en mi casa a Cal y Canto; eso no hace falta explicitarlo, solo con dejar que los minutos, horas, días, semanas, meses y años sigan su inexorable cadencia, y ya está, no hace falta hacer nada, solo comer tres veces al día, acostarte, levantarte y dejar que el puto asco te invada hasta asfixiarte. Qué cansancio, por Dios. ¡¡¡Menuda mierda!!!
Se nota que no tengo un buen día, ¿a qué sí? Pues sí.
Por la mañana he caminado por la senda del río con Mi Charlie. He salido a las siete y media y he elegido la misma ruta de siempre, solo decido si la hago en un sentido o en otro. Me he decidido por la dirección en la que sé que me cruzaré con una mujer enigmática. Cuando nos cruzamos a mí no me mira, lo hace a Charlie, con una sonrisa complacida y de buena mujer (parece que le gusta mi perrito). Cuando me dice adiós, casi inaudiblemente, lo hace con una voz aguda y queda y humilde y propia de quien la ha empleado en rezar mucho, rosarios tal vez. Me intriga: cercana a mi edad, o mayor, alta, delgada, pelo canoso corto, apoyada en un palo largo es la viva imagen de una monja exclaustrada, o una misionera jubilada. Por cierto, no sé si los misioneros se jubilan, ni los monjes y monjas y mucho menos los cenobitas que es lo que soy, con mi patio de clausura y todo, pero yo entré en la orden cuando ya me había jubilado, aunque no se lo he contado a nadie, no vaya a ser que me quieten la pensión y entonces me moriría de hambre. Cambiaria al estatus de mártir. Lo de virgen también habría que considerarlo, porque es en eso con lo que estoy seriamente comprometido.
Hoy, me siento de muy mal humor. Espero que luego, por la noche, Roy Andersson me lo cambie a mejor.
Naty, Charlie y yo hemos ido al veterinario, a media mañana. Charlie apenas come y pierde peso alarmantemente. Claro, nos han dicho que la insuficiencia renal progresiva e irreversible que padece, unido a que apenas come hará que siga perdiéndolo. Cada vez que vamos al veterinario salimos apesadumbrados porque Charlie empeora a ojos vista. No hay solución. Bueno, preocupado yo; porque para Naty está estupendo. Nuestras miradas hacia el mundo, tan divergentes en tantas cosas, hicieron que nos alejáramos, supongo. Ley de vida: si dos no coinciden en la lectura de lo que ven y viven, aunque acuerden, pues nada porque eso tiene un límite en el tiempo y después ya no.
La Fotografía: De la película: La comedia de la vida, de Roy Andersson (2007). En estas noches me estoy dedicando a ver las películas ya vistas de La trilogía de la vida.
Dice el doctor frente a la cámara con su asistente como testigo, a lo largo de veinte planos y sin mover un músculo, salvo los faciales: “Soy psiquiatra. Lo soy hace 27 años. Estoy totalmente exhausto. Año tras año tratando a pacientes insatisfechos con sus vidas. Quieren divertirse, quieren que los ayude y eso me deja exhausto, se lo aseguro. Mi vida tampoco es muy divertida. La gente pide demasiado, esa es mi conclusión después de tantos años. Exigen ser felices, pero son egoístas, interesados y poco generosos. Bueno, quiero ser honesto, quiero decir que la mayoría son simplemente malos. Pasarse horas de terapia tratando de hacer feliz a alguien malo. Ya no lo hago más, ahora solo receto píldoras. Cuanto más fuertes, mejor”.

 

Pepe Fuentes ·