7 AGOSTO 2025

© 2025 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2025
Localizacion
Roy Andersson. Sobre el infinito (2019)
Soporte de imagen
-DIGITAL 12.800
Fecha de diario
2025-08-07
Referencia
10982

DIARIO DE UN CONDENADO 16
“El plano general permite ver la condición y el valor del ser humano, le muestra en su entorno. Un primer plano no está conectado al mundo, no es nada, es abstracto. El espacio que rodea a un ser humano dice más sobre él que su rostro. Buñuel sabía mucho de esto”. Roy Andersson
Miércoles, seis de agosto de dos mil veinticinco

Han pasado seis meses y veintinueve entradas desde la última vez que entré en este capítulo.
No tendría que estar aquí hoy, pero sí, he regresado porque lo que creía que sería una mejoría estable en mi estado de ánimo (hasta inauguré un capítulo sobre mi felicidad en primavera), no fue así, sino, más bien una ilusoria y bienintencionada sensación positiva de invulnerabilidad, rematadamente imbécil, como suelen ser mis fugaces intentos de amnistiar mi vida.
Así que al pozo otra vez. Este capítulo, hoy, tiene todo el sentido del mundo.
La vida es pérdida incesante. En edades más jóvenes, mucho de lo que pierdes en fricciones e impactos vas reemplazándolo y entonces te crees poderoso, invulnerable casi. Poco a poco, año tras año, las pérdidas aumentan y las reparaciones cuestan o ni siquiera se consiguen y así comienza una decadencia imparable.
Anoche, en mi patio de clausura (otro tipo de condena, pero confortable todavía, al menos en lo físico), vi la última y maravillosa película, Sobre el infinito (2019) de Roy Andersson. Cuatro noches, cuatro películas de este genial director.
“La película es una nueva maravilla. Inspirada en el cuento de «Las mil y una noches» (como lo puede ser cualquier película de Andersson), presenta un mosaico de historias, personajes y escenas en un plano fijo dentro de la Suecia actual, quienes representan distintas etapas, momentos o emociones de la vida (…) Hay escenas duras, tiernas y tristes, reales y otras mágicas y oníricas. Y los personajes y la descripción que se hace de ellos, siempre alude a que han perdido algo, o que no lo han encontrado, o no han sido perdonados, sobre la pérdida de la fe (que es uno de los personajes que se repite), sobre la soledad y el existencialismo en el hombre moderno, que es otro de sus grandes temas en su cine. Es un teatro, las comedias y las tragedias de la vida danzando y exhibiendo los matices en la humanidad del ser humano (…)
Aunque nos presente a estos personajes pálidos, ausentes y anodinos, que se encuentran simplemente contemplando su existencia y el abismo de la vida. Una serie de fragmentos, un mosaico y collage lleno de vida, tragicomedia, humanidad y maestría”. Alejandro Salgado Baldovino (Internet)
Despliego toda esta información en relación con el cine de Andersson, no solo porque sus bellas y breves historias las sienta como parte de mi mirada al mundo que habitamos, sea en Suecia o en Toledo; sino, también, porque su manera de concebir su lenguaje existencialmente surrealista está sostenido por maravillosas y poéticas imágenes hacia las que siento una afinidad y empatía absoluta. Yo, a lo largo de mi tiempo fotográfico, he creado decenas de secuencias fotográficas que pretendían contar una breve historia desde la sugestión de las imágenes.
La Fotografía: Andersson, una vez más, en estos días, y ya son cuatro las películas que he traído; y esta última, Sobre el infinito (2019), quizá la más desoladora, o no, y cada una tenga la suficiente carga letal para matarte. O maravillarte.
Diálogo entre un cura que ha perdido la Fe y un psiquiatra al que recurre pidiendo ayuda:
Psiquiatra- Tener pesadillas no es nada extraño. Todos las tenemos a veces. No hay que avergonzarse por eso. He tenido muchos pacientes que tuvieron todo tipo de pesadillas. Pero esta, no la he encontrado antes.
Cura- No es el sueño más agradable, debo decir.
Psiquiatra- No… Y dígame, ¿es un sueño recurrente?
Cura- Sí.
Psiquiatra- Obviamente, algo le está abrumando. ¿Tiene alguna idea de lo que podría haber pasado para desencadenar ese sueño?
Cura- Sí… Fue cuando empecé a perder la fe. A no creer más en Dios.
Psiquiatra- Oh, Dios mío… Pero usted es un sacerdote, ¿no es así?
Cura- Sí, es mi medio de vida. Es mi trabajo. Predicar la palabra de Dios.
Psiquiatra- No es una situación agradable descreer en lo que predicas, tengo que decir.
Cura- No.
Psiquiatra- Pero… ¿podría ser que Dios no existiera realmente?
Cura- No, eso sería terrible.
Psiquiatra- ¿En qué más creerías?
Cura- Ni idea.
Psiquiatra- Tal vez ya deberíamos estar contentos con estar vivos. Así es como yo lo veo.

Pepe Fuentes ·