MONÓLOGOS SOBRE ARTE 33 y 10
“El desafío subyace en el acto de descifrar las deliberadas operaciones de trueque entre la realidad y la ficción que realiza el autor, orientadas a provocar una regeneración de la mirada, más allá de la pura contemplación. El recorrido de esta exposición está organizado en un itinerario narrativo marcado por varios hilos conductores, entre series y temas, que se pliegan y despliegan sin cesar: desde la representación hasta la experimentación, desde la luz hasta las tinieblas, desde la transparencia hasta la opacidad, desde el documento hasta la abstracción”. Marta Gili (comisaria de la muestra)
Sábado, veintitrés de agosto de dos mil veinticinco
… Antes de seguir con el arte, que tan ocupado me tiene estos días, quiero anotar como voy con mi deambular físico apegado al paso de las horas y los días. No me cunde para rellenar las entradas diarias; sin embargo, tan solo unas horas de exposiciones me da para diez días de entradas, más o menos.
Ayer, por ejemplo, como era sábado tocó Súper. Luego limpié la casa oyendo Los nombres de Feliza, de Juan Gabriel Vásquez. Interesante biografía novelada de una genial escultora colombiana, amiga de Gabo, entre otros artistas, sobre todo colombianos. Por la tarde, al estudio, con poco aprovechamiento. Tarde noche: larga conversación confidencial con mi amiga Pilar.
Vuelvo a mi mañana de exposiciones, en Madrid.
José Guerrero, sobre el paisaje: vaya por delante que, para mí, el paisaje es la conjugación de elementos con el horizonte siempre presente, si no hay horizonte, para mí no será un paisaje sino otra cosa, que puede ser tan interesante o más si es en un contexto abierto, pero pertenecerá a otra expresión. Igualmente, las representaciones performativas en un paisaje abierto pertenecerán a este formato, pero no al paisajismo. Sí, ya sé que los paisajes pueden ser urbanos, también, pero para mí el concepto puro de paisaje está asociado a la naturaleza, tierra, horizonte, cielo y los elementos que le son propios: nubes, pájaros, y efectos atmosféricos…
Yo buscaba una mirada especial e inspiradora en el trabajo de Guerrero, ya que fotografiar el paisaje, tal y como lo entiendo, es endiabladamente difícil.
Eso no quiere decir que me defraudara este artista, todo lo contrario, me encantó en algunas de las series que presentaba, pero no precisamente en las del paisaje puro, salvo alguna fotografía que me gustó como: Casa cerca de Wendover), Utah] De la serie «After the Rainbow»-
Las series sobre La Mancha o Sierra Morena me parecieron fallidas porque un deseable aliento poético quedó enterrado por composiciones explicitas, salvo alguna, como una pequeña casa con una piscina en medio de ninguna parte de la llanura manchega.
Sin embargo, me entusiasmaron otras series que no consideré paisajes, a no ser en sentido metafórico… Carrara, Brechas, BRG. Las tres series me parecieron profundas e inspiradas. Me asombró la capacidad de profundizar en las frías texturas de los yacimientos de mármol de Carrara.
La Fotografía: “Las canteras de Carrara, situadas en la región italiana de la Toscana, son conocidas, desde hace siglos, por la calidad de su mármol blanco… Lejos de la blancura cristalina que se asocia tradicionalmente al mármol, en las fotografías de esta serie se respira un aire misterioso y conmovedor, como si las paredes lisas y pulidas de la cantera pudieran contar sus secretos del pasado y del presente. Cuando Guerrero fotografía la cantera de Carrara, ni la blancura del mármol, ni su miríada de luces cristalinas están presentes en las imágenes. Solo se vislumbra la oscuridad del subsuelo”. Marta Gili