EL DÍA DE LOS EPÍLOGOS 53
Monólogos sobre arte (12) Capítulo de numerosas entradas, el que más, y todo a partir de una visita a Madrid de una mañana (quince de agosto), a ver arte: Museo Thyssen Bornemisza, las exposiciones temporales: “Terrafilia, colectiva bajo un tema monográfico: la tierra y la necesidad de que la amemos y cuidemos, comisariada por Daniela Zyman, que, aparte de la importancia de los artistas sobre el que construyó el argumento expositivo, su papel era singular y significativo dada su personalidad creativa. Interesante, sin duda.
Las tres exposiciones restantes: Ayako Rokkaku: “Para los momentos en que te sientes paraíso”, trabajo abstracto de apariencia multicolor y trasfondo bienintencionado (atención al título), en el que apenas me detuve. Menos aún lo hice en los Collages de Isabel Coixet, que tampoco merecieron mi atención (en desagravio a Isabel, que me parece una mujer de interesante creatividad, prometo ver su próxima película); y finalmente y capítulo aparte, la maravillosa e inquietante exposición de Anna Weyant (sin título), a la que he dedicado tres entradas dejándome llevar por el entusiasmo que me despertó esta artista, absolutamente desconocida para mí, pero que me abrió varias ventanas de reflexión creativa. Sobresaliente.
Del Thyssen, a la Fundación Mapfre, para ver tres exposiciones maravillosas: la primera, Bravo, de Felipe Romero (Bogotá, Colombia, 1992). Fotógrafo joven que se acerca respetuosa y sensiblemente a los escenarios de tránsito fronterizo entre Latinoamérica y EE.UU. Mostraba retratos de inmigrantes, generalmente jóvenes, plenos de fuerza y expresividad.
De Romero, salté a las salas donde exponían trabajos monográficos y secuenciales: A propósito del paisaje, de José Guerrero (Granada, 1979), al que tampoco conocía (no conozco a nadie), y eso que este artista-fotógrafo ya es un artista hecho y en pleno apogeo creativo. A priori, me interesaba mucho su manera de enfocar y resolver la dificultad que entraña fotografiar el paisaje, pero finalmente lo que más me interesó fue el modo de desarrollar indagaciones más específicas sobre la forma: BRG, Brechas o Carrara, donde despliega una capacidad de observación y penetración en determinadas realidades observables desde una distancia y perspectiva fotográfica, para convertirlas en propuestas inspiradas de pura expresión plástica (por ejemplo las brechas que se abren en las estrechas calles de Fez, si buscas el cielo). Para mí, no fueron tan relevantes sus series paisajísticas.
Y, finalmente, la convulsa por profunda y emotiva, muestra de Nicholas Nixon: Las hermanas Brown (1975-2022) obra que se ha ido completando en el tiempo a lo largo de cuarenta y siete fotos y años (una foto por año), y que ya ha concluido. En las entradas de anteayer y ayer me extiendo en el cúmulo de rebosantes emociones que me provocó esta muestra.
Diario de envejecimiento (4), Este mes estaba predestinado para hablar de la pandemia incurable que es la vejez (no hay vacunas ni nada, solo resignación), y lo era porque este mes cumplí 72 años. Empecé con una entrada genérica el primer día del mes, porque sí; y luego tres más ya en plena faena de cumplir años: el diez, once y doce del mes.
Diario de un condenado (3), ha girado, y no sé por qué, sobre la revisión de cuatro películas de Roy Andersson, director que me apasiona, y que quizá ya sea demasiado viejo (diez años más que yo) para seguir haciendo cine, y sí, no crear siendo un artista es una puta condena.
Colección de misceláneas (2), Una mención más a la obra de Roy Andersson y otra a la de Leni Riefenstahl, tan distintos: amo a Andersson, pero no a Riefenstahl. Sus obras nada tienen en común.
Diario de mi felicidad (1), Esta entrada corresponde a uno de esos días extravagantes en mi estado de ánimo y que son puros juegos florales, por eso solo aparecen un día al mes; luego los treinta restantes, lo de todos los días que nada tienen que ver con el título.
Diario de lo dudoso (1), Una metáfora sobre mi terror actual hacia la vida en la que utilicé el recuerdo del tren de la bruja de mi infancia (lo que yo no sabía en aquellas experiencias excitadas es que sesenta años después serían reales).
Diario de lo difícil (1), Referencias literarias y ensayísticas se asoman a este capítulo, y reflexiones sobre la sobredeterminación, por haber leído en esos días una obra de Lola López Mondéjar: Invulnerables e invertebrados.
Diario de un hombre resignado (1), Películas y poco más, pero con el mismo telón de fondo de siempre, para no extraviarme.
Diario de un hombre invisible (1), Apenas nada, solo una breve recapitulación de cómo me fue a lo largo de una semana, pero como soy invisible es como si la semana no hubiera existido.
Diario de la nada (1), terrorífica, solo diré eso, y es poco.
Diario íntimo (1), Mi peor entrada del mes, la más triste porque Rocío y yo acabamos con una relación que acabábamos de empezar y que no nos duró nada. Entrada triste y llorosa.
Diario de la soledad (1), Enumeración de lo malo, que es mucho. Ahora, al final de los epílogos me estoy dando cuenta de que llevo una vida desafortunada y tristísima y especialmente este mes. Una putísima mierda de mes y de vida.
Carta a Emma Louise (1), Mi bellísima nieta, Emma Louise, cumplió hace dos días dieciséis años, y siempre les felicito a las dos aquí, en el diario, a Lucía Mae y Emma Louise.
La Fotografía: Personaje de la película, Una paloma se posó sobre una rama a reflexionar sobre la existencia (2014), de Roy Andersson, que se siente bondadoso; será porque es charcutero, mientras que yo, que no lo soy, aunque también generoso como él, me siento fatal después de repasar la entrada resumen de hoy.