24 SEPTIEMBRE 2025

© 2022 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2022
Localizacion
pepe, en plan performativo
Soporte de imagen
-DIGITAL 50
Fecha de diario
2025-09-24
Referencia
11073

Diario de lo Difícil 4.3
“No he venido a este mundo a luchar contra la injusticia. He venido este mundo a enamorarme de una mujer. Ni siquiera de una mujer. De otro ser humano que no sea yo mismo, exacto, eso es”. Manuel Vilas
Martes, veintitrés de septiembre de dos mil veinticinco

…En la entrada del día quince de este mes conté que el dieciocho me encontraría con una mujer en Madrid, con intenciones amorosas por parte de ambos. Cita a ciegas, se llama. Camino del amor lo llama en plan cursi la intermediaria, pero claro, ella es parte interesada y está obligada.
No pudo ser por un imponderable de ella que la obligó a ausentarse. Supongo.
La coordinadora del encuentro propuso un aplazamiento de unos días, precisamente a hoy, en el mismo sitio y a la misma hora (terraza del barrio de Chueca, a las 19:30). A mí me pareció bien.
Ya conté en aquella entrada como iría vestido para la ocasión, austero y sencillo, con colores predominantemente oscuros tirando a negros, salvo un tono de color en mis zapatos y mi gorra, verdes y azul, respectivamente.
Por fin, ayer, recibí información de cómo irá vestida mi candidata para el amor (ambos lo somos): falda larga con un poco de vuelo, con dibujos de círculos azules y negros, con un tono de fondo amarillo y negro, camiseta verde y sandalias bajas en color negro-
En este momento, a las siete y media de la mañana, apenas si puedo inferir cómo será ella a partir de su indumentaria, pero alguna idea se me ocurre: la alegre y variada paleta de colores de sus ropas podría significar un carácter desenfadado y dinámico dado que, obviamente, será una mujer sexagenaria. El que la falda tenga algo de vuelo se me escapa porque no tengo ni idea de lo que puede significar, pero desde luego parece suponer un cierto informalismo divertido y riente. En cuanto a que las sandalias sean bajas, indica, claramente, que es una mujer alta (una mujer bajita no se empequeñece todavía más con calzado bajo en una cita supuestamente seductora).
Las instrucciones de identificación nada dicen sobre el color del pelo (yo tampoco dije que no tengo). Bueno, serán suficientes las señas para encontrarnos, seguro.
La primera mujer con la que me citaron había puesto como condición sine qua non, que yo tuviera pelo. Luego eso resultó secundario.
Ahora recuerdo las características mínimas de la mujer que puse para estos encuentros a ciegas:  autonomía y en absoluto vulgar (ese rasgo de personalidad no lo soporto en nadie y menos en una posible relación íntima con una mujer). Y algo más que apenas recuerdo pero que pudo ser: edad máxima y quizá también mencioné volumen físico o hablando claro, que no estuviera gorda (me gustan las mujeres delgadas). Nada del paso del tiempo por su físico, eso es importante, pero secundario porque está fuera de control, más o menos.
Acabo de releer por encima lo que he escrito, de lo que no eliminaré nada, y me parece una extravagancia necesaria lo que previsiblemente ocurrirá esta tarde a las siete y media.
No ya por difícil, sino imposible: si dentro de lo más que posible, a esa mujer no le gusto en un cincuenta por ciento, y ella a mí, lo mismo, el resultado del intento será cero. Espero y deseo que al menos sea divertido.
Sospecho que tengo una concepción de la mujer deseable un tanto estrecha y determinada, pero esa necesidad no nace de prejuicios o intereses espurios (o sí, no sé), sino, simplemente, porque mujeres diferentes a esa atracción natural no pueden gustarme para el amor. Los enamoramientos no se modulan a martillazos.
Este juego de imprevisibilidad mezcla de suerte y azar me encanta. A priori, claro. Luego, la aplastante realidad caerá como peso muerto sobre ambos, y esa mujer, adornada de alegres colores, y yo, de oscuro tirando a negro, comenzaremos a articular un rápido y algo avergonzado olvido. Pero, nadie nos podrá quitar la excitada vivencia de los prolegómenos, cuando todavía no ha sucedido nada y todo es posible. Me gusta efervescencia que parece adolescente. Mejor hacer que no. Para tener algo que contarnos y no morir de inanición vivencial, yo al menos…
La Fotografía: La foto de hoy es engañosa ya que es de hace tres años, y nada tiene que ver con una lectura directa y ni siquiera metafórica de lo que pueda suceder hoy; ya que, por supuesto, no sostendré a esa mujer en mi regazo (seguramente sería al revés). Por lo único que tendría razón de ser es porque está inspirada (2022), en mi fuerte deseo de intimidad con las mujeres. Más allá de los asuntos amorosos, la foto por sí sola, tiene todo el sentido del mundo para hoy porque es una bella composición apropiada para la naturaleza de los hechos del día.

Pepe Fuentes ·