13 NOVIEMBRE 2025

© 2016 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2016
Localizacion
Toledo
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200
Fecha de diario
2025-11-13
Referencia
1577

 DIARIO ÍNTIMO 133
“Cada día lo imposible se vuelve más imposible”. Ingmar Bergman
Miércoles, doce de noviembre de dos mil veinticinco

Revisito este capítulo del diario no porque tenga algo que contar en él; no, simplemente porque la última vez que lo hice fue el tres de septiembre, el día que murió mi querido perrito y porque hizo cuarenta y siete años que murió mi padre. El mismo y aciago día en mi vida: el tres de septiembre.
Setenta días después no he tenido causa ni razón de escribir de nada íntimo, aunque todo y nada lo sea. Hoy tampoco.
¿Y qué es lo íntimo de mi vida? Y yo qué sé. Todo y nada.
En realidad, nada importa nada, por lo que la intimidad para mí no existe, puedo contar lo que sea. Se supone que lo íntimo es lo que no se quiere que sepan los demás; pero cuando los que no quieren saber son ellos, lo íntimo pasa a ser una banalidad sin relevancia ni significado. Qué triste es no tener que guardar secretos, es como si no existieras.
En este capítulo contaba cosas que tenían que ver con mi vida sentimental; pero como ya no tengo desde hace años, me he ido alejando de la “temática”.
Ahora, todo se reduce a mi vida sexual, que sería el lado intenso de la vida sentimental, si existiera; por lo que este lado bueno de la vida se reduce a un triste autoservicio. No todo es malo porque me ahorra dinero y desgaste emocional y social y psicológico y todo tipo de exigencias. Mi cuerpo, es decir, mi vida, es enfermizamente austera y en proceso de desmaterialización.
Era decepcionante hablar con mujeres y comprobar que nada tenemos que intercambiarnos. Vivimos en distintos planos de la realidad, no coincidentes. Con hombres, mi cupo está cubierto, tengo tres amigos y ya no necesito más. Quedarían los animales, pero acaba de morirse mi perrito y comenzar una nueva relación amorosa con un cachorro que luego sería mi perro (a los perros solo se los puede querer), es una prueba de alto contenido emocional para la que ya no tengo ni energías ni ganas.
Creo que no volveré a este asunto de la intimidad hasta el año que viene, si es que lo alcanzo.
La Fotografía: ¿Esta escalera es de subida o de bajada? Obviamente, servía para una cosa y otra. Perteneció a un edificio importante de la ciudad, el Casino (Centro de Artistas e Industriales), edificio neomudéjar del s XIX. Aparte de las actividades propias de este tipo de establecimientos a lo largo de décadas, ahora ya solo es un restaurante franquiciado. También fue un banco en una de sus plantas durante un año (en el que yo trabajé, antes y después, también); luego subí y bajé por esta escalera cientos de veces, más de mil, seguro, pero ya no me acuerdo en qué año fue, finales de los setenta, creo recordar. Carece de importancia en este momento, aunque la foto me guste.

Pepe Fuentes ·