Diario de la Soledad (ocho y tres)
“Respeta el suicidio porque quien se suicida es un dios de la vida”. Manuel Vilas
Jueves, trece de noviembre de dos mil veinticinco
… La parte más débil del documental es cuando Hernández da voz a los agentes sociales: asociaciones de ayuda y hasta algún que otro organismo de la administración. Todos opinando de lo que apenas entienden.
Aquí escribo de vez en cuando sobre el suicidio porque me interesa mucho el hecho de que alguien decida quitarse la vida por sus sacrosantas razones y porque asume y practica su derecho y libertad de hacerlo; al fin y al cabo, su vida es suya y solo suya. Otro enfoque del documental, profundamente erróneo, me parece, es el de repartir la culpa entre la sociedad por supuesta desatención al suicida; y no, no es eso, es el suicida y solo él el que actúa con libertad, o resignación, para librarse del dolor y descansar de tanto agotador desaliento. Por favor: todo el respeto para los suicidas.
LA FOTOGRAFÍA: …Hace poco llevé a cabo un intento de suicidio. En concreto, esta última vez llevaba un tiempo dándole vueltas al asunto y por una bronca, un berrinche o y porque estaba un poco mal y fue más por fastidiar que por la idea que llevaba a cabo. Y me tomé 42 pastillas…En este caso fui al cementerio de mi abuela, y hubo un pequeño momento lúcido que dije, ¡bua! la he liado, ya no hay marcha atrás y después de todo eso, de una angustia, me empezó a dar un frío y en ese momento dije, hasta aquí hemos llegado, ya no hay vuelta atrás, sin teléfono, sin manera de pedir ayuda y me vi como ya disfrutando el final de mis días, de mis minutos, del rato que me quedaba. Por fin empecé a disfrutar, quizás a partir de ese momento, de la vida”.