14 DICIEMBRE 2025

© 2025 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2025
Localizacion
Toledo
Soporte de imagen
-DIGITAL 50
Fecha de diario
2025-12-14
Referencia
11301

CENA RARA 10.1
«…Como cualquier otra persona, siento la necesidad de una familia, de amigos, de afecto, tener encuentros amistosos. No estoy hecho de hierro ni de piedra con una boca de riego un poste de la luz». Paul Auster
Sábado, seis de diciembre de dos mil veinticinco

Otra vez en lo mismo, y empiezo a sospechar que tendré que seguir para siempre (no lo haré, no me dejarían) porque, aunque digo que me canso, sospecho que es mentira y que estoy encantado con el rollo de socializar cueste lo que cueste. Que a mí lo que me va es coleguear, de buen rollo. Y, si no lo hago, es porque nadie me tiene en cuenta, a no ser pagando como es el caso de las cenas. Como vengo experimentando desde hace años ya, si no pago, no tengo fiesta.
Servidumbre por ser un irredento sentimental.
Y claro, ahí aparecen las cenas en las que a los asistentes nos atan a las patas de la mesa para que al menos, a lo largo de casi tres horas, tengamos que escucharnos y vernos por las buenas o por las malas.
Menos mal que al menos comemos (esta vez, yo, setas cubiertas con una especie de espuma de sabor indefinido y escasamente placentero para mi paladar).
Asistí a esta última cena, convencido de que sería la última; pero resulta que lo pasé bien, y debió ser porque lo de enfant terrible que me atribuyo, debe ser una pose mentirosa.
Esta vez, apenas intervine (no me apetecía, estaba de despedida y cierre). Compuse un gesto a veces risueño y todo el tiempo sumamente atento a lo que decían los demás.
Uno de los participantes me dijo que era una copia exacta de su terapeuta (físicamente, dijo). Supuse que también por la actitud (el oficio de terapeuta es, a priori, escuchar).
La cena resultó muy civilizada y amable: todos los participantes fuimos exquisitos, todos hablamos moderadamente, sin abusar de turnos de palabra y todos mantuvimos una educada atención a los que les tocaba hablar de lo suyo.
Todos contamos las circunstancias vivenciales propias, sin inhibiciones y respeto total. Bien es verdad que fuimos muy cuidadosos en medir con precisión el alcance de la información que ofrecíamos.
Asistió un creador y comercial de páginas web, simpatiquísimo. Vivía con su hija joven, que no había dudado en irse a vivir con él cuando la sociedad matrimonial se fue al carajo. Con ellos, un pastor alemán (perro, no religioso). Ambos, padre e hija, atendían al animal cuidadosamente y se turnaban en atender las necesidades de su querida mascota, cuando cada uno se iba de fiesta. Conformaban una perfecta familia de tres.
Este hombre, en torno a la cincuentena temprana, bien asentado en la realidad social actual y nuevas tendencias en las relaciones sociales, especialmente en lo que se refería a ligar e ir de fiesta, o a conciertos, en fin, lo que antes se llamaba “ir de marcha”, dijo que, el paradigma del modo de establecer relaciones había cambiado drásticamente. Al parecer, ahora se hacen las cosas de otra forma: lo que yo llamo ligar analógicamente, ya no existe; en los tiempos modernos se entra en la vida de otra persona por otras puertas, casi siempre digitales. Empeñarse en seguir pautas viejas (intrépidos acercamientos, miradas, invitaciones…) puede conllevar que te señalen como sospechoso merodeador (y mucho más si eres viejo).
Ese hombre, quincuagenario, me cayó estupendamente, a pesar de que nuestros mundos giraban en distintas órbitas marcadas por circunstancias espacio-tiempo, muy alejadas…
La Fotografía: El impenitente comensal nocturno, inasequible al cansancio y la pereza… 

Pepe Fuentes ·