MISCÉLANEA: Una pequela llama viva, la llama más pequeña todavía, pero muerta; un perro que descansaba sin estar cansado, en la Isla del Sol; la Laguna Colorada, en dos versiones; y el rio Urubamba, debajo mismo de Macchu Pichu. A la salida de la tienda dos niñas, de entre cinco y ocho años, vestidas al modo típico de la zona, pastoreaban a dos pequeñas alpacas y me invitaron a que las fotografiara. No sé si a ellas o a las llamas, o a las cuatro. Opté por esta llama tan simpática.ñas alpacas y me invitaron a que las fotografiara. No sé si a ellas o a las llamas, o a las cuatro. Opté por esta llama tan simpática.

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Pisac (Perú)
Soporte de imagen
- 120 ILFORD SFX 200 (800)
Fecha de diario
2019-04-11
Referencia
8953

PEQUEÑO VIAJE A LAS TIERRAS DEL INCA
Capítulo uno: Pisac (Perú), dos de febrero, sábado
VIII
“Principalmente he procurado, por doquiera que he andado, que los indios desta tierra sean muy bien tratados no consintiendo hacerles mal ninguno, tratándoles con mucha verdad, dándoles muchas cosas de las de Castilla para traerlos a nuestra amistad… (Carta de Núñez de Balboa al rey Fernando 20 de enero de 1513)”. José Ángel Mañas

Desde el enclave arqueológico nos desplazamos a la pequeña ciudad de Pisac donde se cumplió el trámite habitual, nada desdeñable (siempre y cuando no exageren), de llevarnos a una tienda de artesanía, en este caso de plata. El guía nos dio una pequeña charla sobre las creencias incas, basadas en el culto a la tierra y los ciclos naturales. También incluyó en la disertación las bases conceptuales y filosóficas de la creación de las joyas que luego, la encargada de la tienda (también informadísima sobre cultos y mitos incaicos), llevó a su terreno haciéndonos ver la importancia que tenía que compráramos una joyita de plata con calificación de calidad de 9.5, la máxima en este material. Naty compró, con buen criterio y como no podía ser de otro modo, un colgante que contenía una espiral de significado casi mistérico, esmaltado con vivos colores. El recorrido hacia el siguiente enclave arqueológico lo hicimos a través de un bello recorrido  por el Valle Sagrado, por una carretera que avanzaba paralela al río Urubamba. Paramos en un restaurante donde comimos frente al río, con las montañas al fondo…

COROLARIO. A la salida de la tienda dos niñas, de entre cinco y ocho años, vestidas al modo típico de la zona, pastoreaban a dos pequeñas alpacas y me invitaron a que las fotografiara. No sé si a ellas o a las alpacas, o a las cuatro. Opté por esta alpaca tan simpática.

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
La Paz, (Bolivia)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD PAN F 50
Fecha de diario
2019-05-17
Referencia
8951

PEQUEÑO VIAJE A LAS TIERRAS DEL INCA
Capítulo tres: La Paz (Bolivia) ocho de febrero, viernes
XVI

“Una cosa es sacar unas fotografías más o menos expresivas o testimoniales -piezas de esa cacería que va aparejada a la deriva de toda ciudad que es ajena-, y otra bien distinta es saber de verdad algo de ese mundo de creencias ancestrales, supersticiones difíciles de descifrar y comprender, que pertenecen al mundo andino y al del altiplano, el culto a la Pachamama, el de las ofrendas domésticas y cotidianas, las llamadas -mesas- y su complejidad simbólica”. Chuquiago. Miguel Sánchez-Ostiz

Quedamos a las nueve con Carlos para hacer el circuito por la ciudad (city tour) que no hicimos el día anterior. Primero nos dirigimos hacia el mercado de Las Brujas, de artesanía local. Productos relacionados con la hoja de coca (cremas, infusiones, edulcorantes); reproducciones de tótems que son figuras de culto (Pachamama y otras); creaciones en cuero (textil y mil objetos más). También recreaciones de objetos utilizados en ceremonias como la de la mesa: una ofrenda a la Mama Pacha donde, en una especie de plato, se incluyen objetos y tablillas con dibujos que representan los deseos y beneficios que se quieren obtener de la diosa tierra, junto a un feto de llama disecado. Toda esa simbología se quema con una especie de hierba seca aromática y, si las cenizas resultan blancas, significa que la ofrenda ha sido admitida por la diosa tierra; si no es así, hay que intentarlo de nuevo. Compramos algunas cosas: infusiones de hoja de coca, un ungüento para labios y piel reseca y dos figuras pequeñas de piedra de la Mama Pacha…

COROLARIO: “Acaso cuando le hablas a los vientos/o a la luna/o al mar, y miras con respeto/los arboles sagrados/o la estrellada noche/no estás invocando a los únicos Dioses/que pueden responderte?”.  José María Álvarez

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Copacabana, (Bolivia)
Soporte de imagen
-35 MM- ILFORD DELTA 3200 (800)
Fecha de diario
2019-04-30
Referencia
9064

PEQUEÑO VIAJE A LAS TIERRAS DEL INCA
Capítulo dos: Lago Titicaca, Copacabana (Bolivia),
seis de febrero, miércoles
VII
Es asombrosa la entrega y credulidad con las que se entregó el pueblo incaico a la religión católica (todos los pueblos se comportan igual). Probablemente, esta religión, la católica, guardaba suficiente carga literaria, quizá más que la que ellos profesaban; suficiente para hacer crecer el mito (sin literatura no hay creencias que valgan), imprescindible para alimentar los anhelos.
 

Desembarcamos a las once y media en la ciudad. Hasta la una y media que salía nuestro autobús para La Paz visitamos la Basílica y algunos otros puntos de interés, además de callejear. Me impresionó el templo, de una blancura refulgente, de estilo colonial español con detalles moriscos. Fotografié con ambas cámaras, especialmente con la cámara grande (creía). En la puerta del gran patio que circundaba la basílica, había varios coches que llevaban los fieles para que un cura los bendijera. Los felices propietarios de los coches los habían deseado ardientemente y habían hecho promesas a santos, vírgenes o al mismo Dios de que llevarían su coche a bendecir cuando por fin lo consiguieran. Entramos en el templo, también blanco por dentro. Visitamos una exposición de pinturas de un artista boliviano que, a través de una serie de cuadros de medio formato, narraba el viaje del traslado de la Virgen de la Candelaria, tallada por el escultor Tito Yupanki, a Copacabana. También vimos una exposición de representación de vírgenes de todo el mundo. Luego, un mercado popular donde nos encontramos con José, el hermano de Reinaldo, que atendía un pequeño puesto de verduras. Dimos un pequeño paseo por la orilla del lago y fuimos aproximándonos a la estación de autobuses, donde habíamos dejado las maletas en depósito. En todo momento nos acompañó Reinaldo, que nos dejó embarcados en un microbús…

COROLARIO: Deambulamos por Copacabana algo más de un hora. Era una ciudad de ambiente marinero y turístico, tranquila y sumamente agradable. Los perros descansaban solos e indiferentes por doquier. Parecían felices.

© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa, Laguna Colorada (Bolivia)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD PAN F 50
Referencia
9247
© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa. Desierto Silala (Bolivia)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD PAN F 50
Referencia
9317
© 2019 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2019
Localizacion
Aguas Calientes, (Perú)
Soporte de imagen
-35 MM- ILFORD SFX. 200 (800)
Fecha de diario
2019-04-17
Referencia
8958

PEQUEÑO VIAJE A LAS TIERRAS DEL INCA
Capítulo uno: Machu Picchu (Perú), tres de febrero, domingo
XIV
Por encima de todas las ideas filosóficas, aún en lo referente a la virtud misma, el último fin de nuestra vida es el placer”. Michel de Montaigne

Terminamos la visita a las dos, cinco horas y media después. Tomamos uno de los autobuses que efectuaba el servicio turístico de Aguas Calientes a Machu Picchu. El descenso resultó vertiginoso, innumerables curvas cerradas y unas pendientes de vértigo. El camino de tierra no contaba con protección en el lado que daba al precipicio, el firme solo estaba reforzado con losas en las curvas. Además, para mayor zozobra, el suelo estaba empapado. Llegamos felizmente, aunque un poco asustados. Paseamos un rato por el pueblo buscando un restaurante y, finalmente, dimos con el más idóneo posible: una terraza corrida, larga y estrecha, con tejadillo que protegía de la lluvia, sobre el crecido y vertiginoso río Urubamba. Comimos arrullados por el fragor del río y contemplando la incesante lluvia: una ensalada y un guiso de carne, acompañado de cerveza. Postres, café y unos cócteles. Todo exquisito. Casi tres horas de intenso y tranquilo placer…

COROLARIO: Uno de los mayores placeres que puedo sentir en un viaje (y en la vida por entero), es sentarme ante una buena comida después de haber trabajado a lo largo de toda la mañana; sí, mañanas fotográficamente productivas. No creo que haya mejores momentos en mi vida.

“A veces pienso que mis fotografías no son más que autorretratos.” Richard Avedon

"La calma sin entusiasmo resulta ser –aburrimiento. El entusiasmo sin calma –melancolía". Marina Tsvietáieva

Lo que ve el Flâneur: Maniquies en Rasnov y Sibiu, una vaca fotógrafa en Praga y una esquina en Nueva Orleans. Y algunas cosas más…

El mundo del Arte, los parques temáticos y el ensimismamiento de los equinos…

"Quería hacer algo diferente, pero ha salido esto". Juan Marsé

"...debes percibir; no hay nada que componer hasta que no lo hagas". Wynn Bullock