Grandeza de la India: los animales, aparentemente ignorados, pero presentes y respetados siempre…
DIARIO DE REVELADO (digital) VEINTE, del veintisiete de octubre de dos mil veinte (martes)
Una vez decretada la obsolescencia de los soportes, técnicas y habilidades analógicas, ya no habrá huellas físicas del artífice salvo por el ejercicio de la mirada y el aséptico manejo de unos artefactos digitales, metafísicos naturalmente. Philip-Lorca diCorcia, sobre el momento presente de la fotografía (2013): “Su lugar en el mundo artístico ha disminuido porque está en todas partes. Todo el mundo tiene una cámara digital en su teléfono. Y les ves todo el tiempo sacando fotos. Se ha vuelto más difícil que te tomen en serio o que te consideren alguien especial cuando todo el mundo piensa que puede hacerlo”. La fotografía se ha alejado de las artes eternas: pintura, arquitectura, escultura, música, artes escénicas, literatura… En fin, la palpable especificidad que poseía el mundo analógico podía percibirse emocionalmente de un modo palpable: los soportes físicos (copias baritadas) vibraban balbucientes y efímeras; eran capaces de expresarse a través de la superficie orgánica del papel en su incesante diálogo con el paso del tiempo.
La fotografía: (de la serie de animales en la India): burros en Udaipur realizando apresuradamente su trabajo; con éxito, parece.
MIS ANIMALES EN AGOSTO II (o los azarosos encuentros). Y un dromedario. No entiendo a los dromedarios (tampoco a los camellos, que tanto se parecen); probablemente sea porque he visto pocos, salvo en las películas. Ambrose Bierce, en su Diccionario del diablo, a propósito de los camellos (aunque el animal de la fotografía sea un dromedario, me vale para traerlo a colación porque se parecen mucho): “Cuadrúpedo de gran valor para el negocio del espectáculo. Hay dos clases de camellos: el camello propio y el camello impropio. El que se exhibe es siempre el segundo”. La verdad es que como a los dromedarios y camellos, en este caso, tampoco entiendo muy bien la definición de Bierce…
MIS ANIMALES EN AGOSTO IV (o los azarosos encuentros). Y un gallo, también un gallo. Me crié entre gallinas, o dicho de otro modo, las gallinas formaban parte de mi paisaje diario. Creo recordar que también teníamos un gallo o dos. Estos productivos animales, las gallinas claro, no son amigables, aunque tampoco hostiles, sino más bien asustadizas (se llama gallina a los cobardes). Sin embargo, el título de gallo, se le da a los hombres chulos y desafiantes. Bien, pues este es un gallo que no se mostró desafiante, pero tampoco acobardado y ni tan siquiera desconfiado…
MIS ANIMALES EN AGOSTO I (o los azarosos encuentros). Dos cobras. Me gustan mucho los animales. Todos. Cuando me cruzo con alguno, lo persigo con mirada atenta y si puedo lo fotografío. Con sumo interés, siempre. Las bellas, mitológicas y misteriosas serpientes me perturban hasta el más incontrolado pánico, pero, también, me provocan una fascinación hechizante…