Un mono se asomaba a un estanque de aguas turbias. Llovía mucho y apenas era posible fotografiar. No obstante, esta serie va de perspectivas…
MIS ANIMALES EN AGOSTO VIII (o los azarosos encuentros). Y un mono que se asoma a un estanque de aguas turbias. Llovía mucho y apenas era posible fotografiar. No sé de monos, así que no sé de qué clase eran los que había en ese misterioso lugar, pero lo que supongo es que no se trataba de un mono narciso, o tal vez sí, no sé; aunque, observando atentamente la imagen, más bien me parece que el mono podría estar sintiendo lo mismo que Jean Cocteau cuando escribió: “Cada día veo en el espejo a la muerte en acción”…
LA INDIA QUE YO VI (4.22). Las escaleras de la India XVI. Ese día comimos en un restaurante popular, turístico tal vez, frente al lago sagrado de Pushkar. En las mesas de alrededor, algunos chicos jóvenes con aspecto de hippies (creo que ese estilo de vida ya no existe, o quizá en la India sí, no lo sé), comían sus platos alegremente, entre bromas. Parecían felices. Poco antes me había empeñado en fotografiar a una vaca de cuernos asimétricos y muy mal colocados (diario del 15.9.2017) que avanzaba hacia mí resuelta mientras yo retrocedía caminando hacia atrás, intentando encuadrar y enfocar, pero la vaca no paraba de caminar rápidamente y resultaba endiabladamente difícil hacer la maldita foto. Logré encuadrar, pero no enfocar. Nunca consigo hacer dos cosas a la vez medianamente bien, y ya es tarde para arreglar esa frustrante limitación. Luego, después de comer, hice esta fotografía porque me llamó la atención la amplitud y el buen estado de la escalera de inmaculado mármol blanco. En realidad, solo es una foto descriptiva y trivial, me parece (…)