“Todo lo que te va aconteciendo, eso mismo, se te ha dispuesto desde la eternidad”. Marco Aurelio

LA INDIA QUE YO VI (4.1). Observatorio astronómico Jantar Mantar. Jaipur. Horóscopo I. Algunos datos (de internet): “El Jantar Mantar de Jaipur se construyó entre 1728 y 1730 y contiene 15 complejos instrumentales astronómicos, uno de los cuales está inacabado; seis de ellos necesitan la luz solar y 11 funcionan con el reflejo de la luz lunar y estelar. Estos instrumentos monumentales dan una medida precisa del tiempo, la declinación solar, el acimut, la localización de las constelaciones a la luz del día, los eclipses y otros fenómenos astronómicos. Cuando no se podían usar los relojes solares debido a la lluvia o al cielo cubierto, se empleaba la clepsidra (o reloj de agua) para medir el tiempo”. (…)

LA INDIA QUE YO VI (4.3). Observatorio astronómico Jantar Mantar. Jaipur. Horóscopo II. Las cuatro fotografías de Lucien Hervé de Jantar Mantar, son espléndidas. Quizá, mis fotografías de ese bello y mágico lugar, de algún modo, puedan estar influidas por las que previamente vi de Hervé, aunque eso nunca se sabe a ciencia cierta. Todo lo que uno hace está íntimamente relacionado, en algún recóndito lugar propio, con lo que ha visto y admirado. El hecho de elegir ese libro fue porque algo de mis intereses fotográficos tienen que ver con su obra, sin embargo, hacerlo solo quince días antes de ir a India (sin saber que contenía fotos de India), no solo es azar, sino que quizá tenga que ver con lo esotérico, luego con el horóscopo, o tal vez con el destino o las estrellas. No sé (…)

LA INDIA QUE YO VI (4.4). Observatorio astronómico Jantar Mantar. Jaipur. Horóscopo IV. “Como los estoicos, Freud aceptaba que los seres humanos no eran dueños de su destino. No somos nosotros sino el destino el que escoge cuándo y dónde nacemos, quienes son nuestros padres, cuáles son las circunstancias que dan forma a nuestra vida y cuánto sufrimos”. John Gray (…)

LA INDIA QUE YO VI (4.6). Observatorio astronómico Jantar Mantar. Jaipur. Horóscopo VI. “Todo lo que te va aconteciendo, eso mismo, se te ha dispuesto desde la eternidad”. Marco Aurelio

LA INDIA QUE YO VI (4.3). Observatorio astronómico Jantar Mantar. Jaipur. Horóscopo III. Las cuatro fotografías de Lucien Hervé de Jantar Mantar, son espléndidas. Quizá, mis fotografías de ese bello y mágico lugar, de algún modo, puedan estar influidas por las que previamente vi de Hervé, aunque eso nunca se sabe a ciencia cierta. Todo lo que uno hace está íntimamente relacionado, en algún recóndito lugar propio, con lo que ha visto y admirado. El hecho de elegir ese libro fue porque algo de mis intereses fotográficos tienen que ver con su obra, sin embargo, hacerlo solo quince días antes de ir a India (sin saber que contenía fotos de India), no solo es azar, sino que quizá tenga que ver con lo esotérico, luego con el horóscopo, o tal vez con el destino o las estrellas. No sé (…)

LA INDIA QUE YO VI (4.6). Observatorio astronómico Jantar Mantar. Jaipur.  Rodeé varias veces este sextante (Shashthansha Yantra) sin saber cómo fotografiarlo y, finalmente, opté por esta toma que no parece gran cosa… “que se usa para hallar la distancia al cénit y la declinación. Consiste en dos arcos de 60º cada uno, adyacentes a los muros oriental y occidental de una sala oscura. Los arcos son paralelos al plano del meridiano local. Este instrumento se usa a mediodía –hora solar-, momento en el que el sol cruza el meridiano de Jaipur y sus rayos caen en los arcos graduados atravesando dos orificios diminutos del techo de la sala… Los arcos tienen dos escalas. La primera está graduada en grados y sirve para la observación directa de la declinación del sol a mediodía y la segunda se emplea para calcular la distancia del sol al cénit. A mediodía, los rayos solares atraviesan los orificios mencionados y caen con el tamaño de una pelota de tenis sobre los arcos, durante uno o dos minutos. Así se calculan la distancia al cénit, la altitud, declinación, etc.” De nada de eso me enteré y, por supuesto, no vi ni la sala, ni los orificios, ni los rayos que caían, ni nada de nada y, por si fuera poca la dificultad, estaba nublado, luego los rayos no podían caer de parte alguna. Pero la cuestión no es esa, sino que la fotografía o el fotógrafo no documentalista, y yo en absoluto lo soy, no tiene por qué aspirar a llegar a la verdad máxima de lo que fotografía, sino que su lectura y expresión estarán siempre en la frecuencia y coordenadas de la interpretación estética o poética, en sugerir y recrear, en la intuición y no en la ciencia:  “La grandeza de la ciencia está en que es capaz de comprender sin necesidad de intuir, la grandeza del arte en que es capaz de intuir sin necesidad de comprender”. Jorge Wagensberg