Si colocas un elemento en un escenario ajeno o extraño a su naturaleza, o te acercas al arte o a la ocurrencia... la decisión es de cada uno...
EL LIBRO DE LA RISA.
Simbólica. Parte sensible o blanda de un maniquí descuartizado. Con ella quería simbolizar la mirada oprimida, o la vida, creo. Aunque acordándome de lo que me interesaba entonces, más o menos, muy probablemente pretendía hacer una fotografía «original»; o ni siquiera eso. Ya no me acuerdo.
pepe y las citas XLIII. ALMA:
«Háblame de otras almas, no de tu alma, y así me hablarás de tu alma». Antonio Porchia
«El alma de un hombre son sus preguntas». Rafael Argullol
«El alma se alimenta de todo, en especial de las pérdidas». Marina Tsvietáieva
«Creo que son los males del alma, el alma. Porque el alma que se cura de sus males, muere». Antonio Porchia
«Siempre es una pena lo que nos acerca al alma». Antonio Porchia
Había una particularidad en mi trabajo: la uniformidad en la forma de vestir de todos los componentes de la plantilla; trajes, camisas destinadas a ser portadoras de corbatas y corbatas. A mí me costaba entender aquello y en mi simplismo consideraba que era el símbolo de una vida alienada, plana, sin ideales y culturalmente muerta. Como era joven y algo ingenuo me ocupé un rato de fotografiar sarcásticamente aquellos atuendos. Con ese ejercicio me creía a salvo de la vulgaridad, me sentía diferente, un «creador», y por lo tanto estaba en otro nivel. ¡Pobre!.
Empezaba a balbucear fotografías. Probaba unas cosas y otras y no sabía aún lo que podía hacer, y lo que es peor (o mejor), lo que quería. Esta es una imagen ocurrente que me podría haber deparado un futuro fotográfico venturoso y glamuroso; claro si hubiera conseguido hacer mil más de este estilo, pero sólo se me ocurrió ésta y encima la olvidé (me la encontré el otro día por casualidad).
pepe y las citas III: «Un secreto para el éxito. No hay fórmulas mágicas ni secretos, salvo la individualidad y la personalidad. Solo al individuo le corresponde expresar lo que le diferencia de los demás. Es «la apertura de espíritu», pero no es nada místico. Es una especie de libertad». Patricia Highsmith. No encuentro la necesidad de trabajar para el éxito; aunque eso es ahora porque antes, hace unos años, no deseaba otra cosa, en todos los órdenes de mi vida. La combinación de estúpida y obsesiva vanidad cton una angustiada necesidad de autoafirmación me empujaban en esa perniciosa dirección, pero mis incompetencias desbarataban cualquier posibilidad de culminar exitosamente algo. Ah, y algo muy tristemente gracioso; si me dejaba llevar tranquilamente por la idea de que daba igual que las cosas salieran bien o mal, que no pasaba nada ¡¡¡joder, siempre salían mal!!! Por otro lado, si creo haber actuado como dice la Highsmith, nunca he renunciado a la libertad de hacer lo que me salía (en fotografía antes y en escritura también ahora) y con eso, por sí solo, tendría que haber obtenido algo de singularidad y un poquito de éxito; pues bien, no, no ha sido así. El célebre Doctor Johnson dijo: «A ningún hombre le satisface sentirse ignorado, por más escasas que sean sus virtudes». Por supuesto, así es, seguro, pero yo puedo superar ese insignificante detalle del destino porque soy un Gigantesco Ser Invencible. De la libertad no he sacado nada, salvo una cierta paz e íntima y mística satisfacción… Pero, ahora que caigo ¿en qué coño consiste el éxito?…
EL LIBRO DE LA RISA.
Prometedora. Sí, pero el pan siempre termina endureciéndose; fue el cartel de mi primera exposición.























