"De vez en vez, la tristeza…". J. Llamazares
DIGRESIÓN DOS: The Shape of Water (La forma del agua). 2017. Estados Unidos. Guion y dirección: Guillermo del Toro. Intérpretes: Sally Hawkins, Doug Jones, Michael Shannon, Octavia Spencer, Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg. Una preciosa y preciosista película. Una versión del mito de la bella y la bestia, en clave diferente. Se ve y se lee como un comic maravilloso. Los malos, son malos, incluso mucho; los buenos, buenos, incluso más de lo imaginable. En esta película, aparte de la sublime historia de amor y necesidad sobre la que se sustenta, están los bellísimos y oscuros escenarios donde se desarrolla, plenos de originalidad y rareza nostálgica: el laboratorio, la casa de Elisa, el cine de la planta baja, la ciudad y, sobre todo, la escenografía: mobiliario, artilugios de laboratorio y, por encima de todo, en un prodigio de orfebrería y sugestión poética, la criatura del agua, el hombre anfibio (Doug Jones), que es una creación visual y poética inolvidable. La historia se ve con una leve sonrisa de satisfacción estética, de principio a fin. Gozosa e incluso emocionante en muchos momentos. Las interpretaciones, sublimes, especialmente la de Sally Hawkins, y Shannon, tan impecable y acertado como siempre en la composición de sus personajes. La película ha resultado multipremiada, merecidamente. Poco más se puede decir sobre esta historia, creada, sobre todo y tan solo, para el placer estético, me parece.
EL DÍA DE LOS EPÍLOGOS 7.
Mes de transición a ninguna parte. Una vez rebasados los primeros momentos del vacío ocasionados por mi separación de Naty, toda mi energía se la ha llevado la adaptación a la nueva y para mí anómala situación.
No ha habido nada digno de mención en especial a lo largo del diario de este mes. Eso me parece.
Los capítulos habituales: El Mapa de los Días (8), en el que he contado un viaje a Madrid (en septiembre), una fastidiosa huida de tres horas de Charlie Brown; noticias tangenciales de lecturas (quiero decir escuchas, ahora los libros en vez de leerlos los escucho y así conjuro el silencio); un paseo por mi cuidad y no mucho más. Anodino todo.
Ha tenido algo más de enjundia el Diario Íntimo (4), donde he dado noticia de mi insomnio y de un viaje a Madrid que, dado que tuvo una benéfica influencia sobre mi estado de ánimo, me ha gustado contarlo.
Los Monólogos de Arte (6) han crecido en contenido este mes gracias al relato de visitas a exposiciones. Tengo la intención de aumentar exponencialmente este capítulo del diario. Espero.
También, mi carta anual a Lucía Mae, mi querida nieta, que ha cumplido catorce años.
Lo que más ha abundado en este mes han sido las Digresiones (11), ocho de cine y tres de literatura; sobre este aspecto tendrían que haber sido más porque he escuchado o leído en torno a diez libros, todos ellos merecedores de comentario.
Quizá consiga algo más de intensidad vivencial en Noviembre, o No; porque tengo la impresión de estar anestesiado, o, probablemente, atontado.
La Fotografía: Yo reencarnado en -foca dormida al sol- (si la reencarnación existiera, claro).