"Mi grandeza: el estar solo". Peter Handke
He estado alejado de este diario casi todo el mes de Agosto. Viajando. Espero contarlo. Hoy es veintinueve de Julio y treinta y uno de Agosto al mismo tiempo y todavía no sé si habrá historias o no. Este diario me permite vivir mi tiempo en varios planos: fotográfico (acción del presente que siempre es pasado), escrito (pasado que hago presente con palabras, luego abocado también al pasado), unión de ambos (pasado más pasado, unidos, y por lo tanto, quimérico pasado) y aparición en el diario (sólo escenario virtual, o ilusión de un presente fugaz de acción y palabras, listo para el olvido). «Siempre he sido partidario de la acción, pero si ésta nos priva de tener acceso a la palabra, acaba siendo autodestructora.» Rafael Argullol
«El gran arte es la expresión exterior de la vida interior del artista, y esa vida interior ha de generar su visión personal del mundo». Edward Hopper
«Las naciones hacen su camino con los errores sublimes y lo terminan con las verdades áridas. Los héroes homéricos vivían y morían; los esnobs de Occidente debatían sobre el placer y el dolor. De franceses de las Cruzadas pasaron a ser franceses de la cocina y de la taberna: el bienestar y el aburrimiento. Es natural que un pueblo que agoniza no quiera morir. La vejez histórica, como la individual, es un culto de la vida por falta de vida. Es el ajamiento caricaturesco del devenir. La persecución incesante de la felicidad, el gusto por el alarde del paraíso, la voluntad de asfixiar el núcleo amargo del tiempo, del corazón, son las pruebas de una profunda fatiga. En el deseo de agotarse en lo inmediato, se da la renuncia al infinito». E. Cioran (De la France, 1941)
(domingo por la tarde) Tenía un recuerdo luminoso de la playa de Caparica que vi hace veinte años. Sin embargo, la que me encontré el otro día, no coincide en casi nada con las imágenes de ese recuerdo, por lo que caben tres posibilidades: que el recuerdo se haya contaminado de tiempo pasado, que el entorno haya cambiado, o que yo nunca haya estado antes en Caparica. Donde recordaba arena y mar ahora hay un malecón agresivo que acosa al mar, a lo que este responde con una violencia frustrada que se estrella contra las piedras ásperas, una y otra vez. Al borde del abrupto paseo, viejos restaurantes se dejan carcomer por el salitre y unos vendedores ambulantes de ropa barata se enfrentan a un fuerte viento que les hace recoger pronto. La tarde del domingo resultaba triste sobre el malecón de Caparica. Las sensaciones eran muy distintas a las de mi recuerdo de hace veinte años, salvo por el mar y la luz que seguían pareciéndome grandiosos, a no ser que el lugar no sea el mismo, ni antes ni ahora y yo no haya estado nunca en la playa de Caparica.
ESCRITO EN MI DIARIO, HOY HACE 20 AÑOS:
He terminado de revelar los últimos negativos de Portugal y algunos otros . Todo ello quiero que componga un portafolio de «primavera» pero eso sí, con textos. Naturalmente, tengo que matizar y dotar de carácter al conjunto. Paralelamente al análisis de las fotografías tendré que rememorar sensaciones de Portugal, y todo ello traducirlo en forma y expresión -sin olvidar un toque de sentido del humor- (esta fotografía está realizada en Nazaré)