"HISTORIA. El descomunal vampiro que tras alimentarse de sangre durante siglos se presenta ante nosotros como un anciano venerable". Rafael Argullol
pepe y las citas XXVIII: «Qué quisiste decir con esta novela?
la respuesta sincera es
No quise decir nada».
Antonio Lobo Antunes
Lo mismo que yo con esta fotografía, pero a mí no me costó tanto esfuerzo como requiere escribir una novela. Claro que, seguro que Lobo disfrutó mucho escribiendo la suya (que no sé cuál era), luego no hay sacrificios voluntariamente elegidos. Sí, esos que se realizan sin que nadie los haya pedido y que nacen del irresistible deseo o necesidad existencial del esforzado. Esta fotografía, perfectamente innecesaria para el mundo e imprescindible para mí, está tomada en Verona y, por supuesto, no fui hasta allí con el exclusivo propósito de hacerla, sino que me tropecé con ella mientras deambulábamos indolentemente por la ciudad. Puro, venturoso e ineludible azar. «Soy las palabras inútiles que escribo». Masoliver Ródenas. –Soy las inútiles fotografías que hago- solo en eso y nada menos que en eso, me parezco a Masoliver…
pepe y las citas XXVI: «Detesto la violencia, no discuto y por no llevar, no llevo ni cortaúñas, pero la existencia es una guerra; el mundo es hostil; no profeso religión alguna pero existen dioses que se meten en tu vida; buenos y malos; en fin, la existencia es una mala batalla a librar». Ednodio Quintero
LO QUE A NADIE LE IMPORTA, de Sergio del Molino (I). En un excelente capítulo sobre la batalla del Segre (1938) en la que participó su abuelo, la descripción de unas fotografías de soldados “nacionales” le da pie para referirse a su idea sobre la fotografía, al menos en su vertiente testimonial porque, probablemente, la fotografía sea poco más que eso: “Pero todas las fotos mienten. Desde la primera impresión de una cámara oscura hasta el último Word Press Photo, la historia de la fotografía es la de una mentira reiterada y grosera. Las fotos dicen lo que el fotógrafo quiere que digan. La escritura es huidiza e indomable. Son los libros quienes dominan al escritor, nunca al revés. Soy yo quien se adapta a las palabras que me brotan hasta formar los libros que llevan mi nombre en la portada…”
AYER HABLE DE MIS LECTURAS, las que tengo entre manos y las que esperan. Hoy, aprovecho a leer en el IPhone, en la sala de espera del dentista, Lo que a nadie le importa, de Sergio del Molino. De pronto, inesperadamente, me tropiezo con un largo párrafo en el que habla dura y terminantemente sobre la ontología de la fotografía. Lo hace en una reflexión muy crítica, referenciándola con la escritura, lenguaje para él de indudable mayor valor creativo y ético. Me impresiona su contundencia porque mi sentido crítico hacia las limitaciones de la fotografía nunca se habían adentrado por esos derroteros, aunque siempre los haya sospechado. Pero, antes de pensar un poquito sobre las categóricas afirmaciones de del Molino, que tanto me gusta, me llaman a consulta y me extraen una muela, sin dolor, pero sí con molestias y sangre…