“A veces pienso que mis fotografías no son más que autorretratos.” Richard Avedon

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200
Viraje
CLORURO ORO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Fecha de diario
2016-06-26
Referencia
4621

DIGRESIÓN OCHO: Animales Nocturnos, de Juan Mayorga. Teatro. Director: Carlos Tuñón. Escenografía: Alfonso Pizarro. Intérpretes: Jesús Torres (Hombre Bajo), Pablo Gómez (Hombre Alto); Viveka Rytzner (Mujer Alta), Irene Serrano (Mujer baja). Cuatro de Junio. La historia va de dos parejas, los Altos por un lado y por otro los Bajos. Unos, los Bajos, son del país, autóctonos; y los otros, los Altos, foráneos. Los foráneos  no tienen papeles y eso es un problema para ellos, sin duda. Los Bajos, vecinos de arriba, tienen un piso más grande y se encuentran en una situación más o menos acomodada. El meollo de la obra no consiste en una cuestión de valores solidarios, tan de actualidad, lo que habría sido terriblemente decepcionante, por obvio; no, se trata de que los Bajos pueden ejercer dominio sobre los Altos, porque estos no tienen papeles y porque los Bajos se pueden chivar y perjudicar seriamente a los Altos. El Bajo se lo hace saber al Alto. Le exige sumisión y compañía cuando lo necesite, eso sí, sin indigna humillación, -eso dice-. Pero claro, a pesar de las buenas y persuasivas palabras, la propuesta no deja de ser un modo de esclavismo y dependencia. Feo asunto, desde luego. Al principio, la oscura relación se circunscribe a los Hombres, hasta que las Mujeres se enteran y cada una asume el papel que le ha tocado: dominante una y sumisa otra. A partir de ahí, el drama, profundamente paradójico, está servido. Sí, porque las relaciones de poder y sumisión suelen ser interdependientes. Le tengo mucha confianza a Mayorga, es más, siempre procuro ver sus obras. Me gusta mucho su teatro. El problema fue que la obra no levantó el vuelo dramático en ningún momento y eso, me parece, tuvo que ver con el montaje que habían creado Tuñón y Pizarro (director y escenógrafo). Tuñón no imprime a la obra una textura algo más desgarrada, dramática e incluso sibilina y maligna. En cuanto al armatoste modular que emplea Pizarro es ingenioso pero distrae y no evoca. Es obvio y muy trabajoso: cada vez que había que reformatearlo implicaba pesados arrastres por el escenario de los propios actores que rompían el clímax dramático. No hacía falta semejante artilugio, tan insulso como una casa de muñecas cursis. En cuanto al texto de Mayorga, o más bien la trama, tampoco es un prodigio de finura, ya que el desenlace que idea para la Mujer Alta, resulta impostado y poco creíble. Por otro lado, se queda corto en los  convenientes matices que describen los rasgos de carácter y circunstancias de los Bajos y los Altos. Tampoco los actores estuvieron finos, sino más bien sosos y limitados. Sus parlamentos resultan monocordes, mecánicos, tediosos. Tampoco los espectadores estuvimos a la altura, apenas si podíamos disimular nuestro aburrimiento, yo mismo estuve a punto de bostezar dos veces. Y, para rematar el desastre, un final deslavazado en el que los actores no se presentan a saludar al público, sencillamente se quedan enjaulados y quietos o directamente se van de escena y ellos mismos nos abren la puerta para que nos larguemos (tampoco les debimos gustar mucho como espectadores). Eso produjo una cierta confusión del público que aplaudimos poco y nos fuimos un tanto desconcertados y titubeantes. Se respiraba la frustración. Frialdad que se tradujo en la impresión de que todos salíamos de la sala como si nos escapáramos de una incómoda encerrona de los Altos y los Bajos.    

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200
Viraje
CLORURO ORO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Fecha de diario
2015-09-27
Referencia
5007

BERLÍN (del cuatro al nueve de agosto de dos mil quince). Foto 27
No sé por qué ha sucedido, pero así ha sido, he escrito y escrito y he encontrado fotos y fotos y de pronto, cuando he repasado la «creación» para ver qué pinta que tenía el conjunto, he dado un respingo sobresaltado porque hoy, el dichoso día veintisiete, era un espantoso agujero negro. Pensaba que no, que todos los días tenían su argumento e imagen. Pues no, hoy era una sima sin fondo ni fin, vacío, sin vida. Daba vértigo mirarlo. Era como una mancha sospechosa, un chafarrinón entre los bonitos y bien perfilados días de todo el mes. He sentido la tentación de dejarlo así y mirar para otro lado, silbar y silbar, como disimulando. He observado el calendario para cerciorarme de que el día existía y sí, en el calendario estaba. No tenía escapatoria. Y que hago, me pregunté, pues nada, prueba a pasar el dedo por la lista de fotos de Berlín y párate sobre una; luego escribe lo primero que se te ocurra y ya está, asunto solucionado, el día se llenará de contenido y dejará de ser un agujero negro, como los días de verdad. Ahora miro lo que me ha salido con la ayuda del azar y me gusta, sobre todo la foto porque me parece una gran metáfora de lo mío (el tipo pequeñito soy yo)…

© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Toledo, (España)
Copiado máximo en soporte baritado
2
Fecha de diario
2015-12-24
Referencia
6981

DIGRESIÓN CUATRO (preámbulo). Gett: El divorcio de Viviane Amsalem,(2014). Guión y Dirección: Ronit Elkabetz, Shlomi Elkabetz. Intérpretes: Ronit Elkabetz, Simon Abkarian, Menashe Noy, Sasson Gabai.
En el estado judío no existe el matrimonio civil, solo religioso. Un anormal e injusto estado de cosas porque beneficia abusivamente al hombre: solo él es el que puede conceder el divorcio, es potestad suya y solo suya. La solución al conflicto depende de tribunales rabínicos, formado por hombres, naturalmente ¡increíble situación! Leyes que parecen concebidas por deficientes mentales o morales, pero eso sí, con claras y ventajistas condiciones de dominio y explotación (hombres sobre mujeres). No sé dónde está el origen de este enfermizo y culpable comportamiento masculino, aunque lo sospecho. Siempre hay un origen en todo, aunque este no sea puro, sino consecuencia de una sedimentación y mezcla de culturas y tiempo, pero que cuando cristaliza adquiere identidad y solidez propia. Y es aquí donde aparece el judaísmo, que dio a sus intereses rango de ley inconmovible, por indicación de Dios, según dijeron. Detrás vinieron otras creencias, como el cristianismo y el islamismo, todas monoteístas (las del libro) y que nacieron como sectas disidentes que solo se diferenciaron en matices, en detalles, pero que respetaron lo esencial: Dios único y justiciero, leyes orgánicas para modular la obediencia y la sumisión a rabinos, sacerdotes e imanes, profundo sentido de culpa y promesa de salvación eterna. No hay mucho más. Todo mentira, pero eso sí, sustentaron sus credos en eficaces relatos mitológicos. Una vez más el arte como modulador de la vida, y en este caso el literario. Todas estas absurdas e interesadas doctrinas tienen otro lamentable denominador común: sojuzgan violentamente a la mujer. En otras civilizaciones como la egipcia, griega o romana, antes de ser conquistados por ellos, por los judíos y sus secuaces (cristianos primero y musulmanes después) la mujer ocupaba un sitio infinitamente más importante, aunque no en pie de igualdad completa, pero tenía un sitio reconocido y respetado; por ejemplo la religión romana nunca se opuso al divorcio. Dos mil años después, la religión judía solo lo admite en condiciones recogidas en las leyes ancestrales del Talmud y tutelado por tribunales rabínicos compuestos por hombres, naturalmente. Por proyección, en todo el área de influencia de religiones monoteístas, miles de millones de mujeres a lo largo de milenios llevan soportando una permanente e infinita infamia por las dichosas leyes. Los musulmanes, que leyeron el mismo libro, desde siempre y hasta ahora, lapidan a las mujeres por supuestos «delitos» de adulterio. Pero ellos, los hombres, no se lapidan jamás por esas menudencias. Los cristianos, que también proceden de la misma célula madre, desde siempre y hasta ahora mismo, las marginan, maltratan y hasta las matan. Todo procede y se alimenta infinitamente del mismo sustrato moral. Los animales no habrían llegado tan lejos en esa irracional e injusta crueldad…    

© 2002 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2002
Localizacion
Florencia (Italia)
Soporte de copias
ILFOBROM GALERY FB
Viraje
SELENIO
Tamaño
46,5 x 58,2 cm
Copiado máximo en soporte baritado
4
Copias disponibles
3
Año de copiado
2002
Fecha de diario
2004-08-19
Referencia
1399

Avanzamos por paseos y vericuetos del Giardino di Boboli. Las esculturas eran de motivos clásicos y formas barrocas hasta que, al bordear un seto, sorpresivamente, apareció ésta.

© 2009 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2009
Localizacion
Toledo (España)
Viraje
CLORURO ORO
Tamaño
27,7 x 18 cm
Copiado máximo en soporte baritado
3
Fecha de diario
2011-07-12
Referencia
3658

También existen fenómenos desconocidos como el MISTERIO; claroscuros de convulsa belleza, que son algunas de las fuerzas que mueven poderosas energías creativas y vitales, pero también incontrolables pánicos…

VOCES de Antonio Porchia:
* Los bello se halla removiendo escombros.
* Una luz que alumbra muchos caminos, no alumbra un camino.
* El misterio apacigua mis ojos, no los ciega.
* La noche es un mundo que la misma noche alumbra.
* ¿Habría este buscar eterno si lo hallado existiese ?
* Todo es un poco de oscuridad, hasta la misma luz.
* Las sombras: unas ocultan, otras descubren.
* En toda cosa hay un antes de su comienzo y un después de su fin, que borran su comienzo y su fin.
* Mi gran día vino y se fue, no se cómo. Porque no pasó por el alba al venir ni por el crepúsculo al irse.
* El misterio te hizo grande: te hizo misterio.

© 2008 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2008
Localizacion
Toledo (España)
Soporte de imagen
-35 MM. Kodak. High-Speed Infrared 400
Copiado máximo en soporte baritado
3
Referencia
992

Carnegiea gigantea, el saguaro o sahuario, se extendian por doquier en el entorno de Tucson, Arizona...

"Creciente / gris de piedra…". Paul Celan

Siempre me precede mi sombra, hasta que consiga eludirla. Por eso me gustan mucho los días nublados…

...la luz se oscureció amenazadoramente; nubes negras, cargadas de relámpagos se posaron sobre nosotros…

“Hablo de las piedras que ni siquiera han de esperar la muerte…”. Roger Caillois

“Atardece/se aquieta el viento/y todo se recoge, espera”. Hugo Múgica