Las ciudades, a veces, mejor desde lejos…

Y ya en este mes, también me he dejado algunas cosas (y fotografías) en el camino. Por ejemplo,  del último viaje a Portugal: esta panorámica del río atravesando Porto y bajando hacia el mar, serpenteando suavemente (acariciado por la ciudad,  para encontrarse con el mar, que diría alguien más dotado para la escritura y la cursilería que yo). Bien, como decía, esta es una fotografía de compromiso ineludible. Atravesamos el puente Luís I y, desde el mirador que hay nada más llegar al otro lado, situado en el punto más alto, junto a una iglesia, te enfrentas a esta vista, hermosa, por supuesto, en ligero contraluz, ¡cómo no fotografiar! y además mostrarla, aunque sea después.