Todo era simulación y artificio, pero necesario para suponer que que la vida tiene algún sentido…
ALGUNOS POEMAS DE Wislawa Szymborska
ELEGIA TURÍSTICA
Todo es mío y nada me pertenece,
nada pertenece a la memoria,
todo es mío mientras lo contemplo.
Después de un rato entramos en la consulta y nos sentamos frente a una doctora que se mostró amable y cariñosa; lo malo es que su actitud no era transmisora de buenas noticias, sino de su desorientación e impotencia para solucionar el problema de Harumi, ¡maldita sea! El mal de mi amiga no era grave (en aquel momento) y seguro que se solucionaría pronto, pensaba, pero me sentía muy impresionado porque afectaba a su vista y algo así me parecía insoportable. Mi actividad se sustenta, operativamente, en la vista, pero me importaría poco no poder llevarla a cabo comparado con el sufrimiento que me supondría no poder leer, quedarme sin historias; sin ellas no podría seguir. Mi vida se va trenzando y mezclando con las historias que otros me cuentan: literarias, teatrales, cinematográficas; historias, muchas historias. Quiero conocer todas las historias que pueda, ávidamente; sin ellas mi mundo y yo nos iríamos a la mierda.
Hace unos días tuve una larga charla telefónica con un fotógrafo artista (casi nunca es lo mismo), importante amigo desde hace muchos años ya. Hablamos de la memoria, de la enfermedad, de la muerte, de fotografía, de arte, de libros y de su dudosa publicación en los tiempos que corren. Graciosamente me sugería que estaría muy bien que creáramos una editorial y de paso publicáramos libros de fotografía míos. Me reí mucho con mi amigo porque tuve la impresión de que lo decía en serio. Curiosamente esta fotografía pertenece a una serie que se llama -El descreído-.