"...los muros del viejo caserón aún se levantan en la derrotada ficción de la memoria". J.L. Panero
…Mi cumpleaños me pilló en pleno viaje, así que nada de celebraciones tontas. Era domingo y decidimos acercarnos a Modlin, desde Varsovia. En este lugar había un inmenso complejo-fortaleza militar que se construyó por iniciativa de Napoleón, nada menos. Cuarenta mil polacos resistieron durante dieciséis días a la Wehrmacht alemana en septiembre de mil novecientos treinta y nueve. El día siguiente a la rendición, treinta y cinco mil prisioneros comenzaban una vida difícil e imposible. Seguramente, enseguida, fueron trasladados a los campos de exterminio. Bien, nosotros fuimos a ver que nos encontrábamos allí. Llegamos a las once de la mañana y enseguida nos pusimos a lo nuestro: dar las acostumbradas y desorientadas vueltas, las de siempre, para que no se nos olvide que somos, básicamente, personas que tienden a no encontrarse o a no encontrar lo que buscan. Después de un buen rato de extravíos, decidimos entrar en un pequeño museo de gestas y atrezo militar (nos dejaron pasar gratis, graciosamente, por nuestra abrumadora simpatía, supusimos) donde pedimos auxilio. Un joven atento nos orientó y después de algunas tentativas fallidas, dimos con el sitio donde se podían visitar restos del acuartelamiento y una torre desde donde se divisaba un gran edificio en ruinas en una isla en medio del río Vístula (no lo fotografié)…