"De repente, el silencio". Jean-Claude de Feugas
«…las casas vacías como presencias entre invitadoras y ominosas, las ventanas en las que no hay nadie, los umbrales en los que surge una figura humana que mira al espectador o que mira al vacío»…»Según se advierte en sus dibujos, Hopper tenía un dominio infalible de las destrezas para la representación de lo real: pero cuando pinta lo hace prescindiendo casi meticulosamente de la tentación del virtuosismo, porque sabe que lo conduciría a la banalidad». Antonio Muñoz Molina
…-El Fotógrafo, a veces, se asomaba a la calle solitaria conteniendo la respiración, porque acababa de oír un fuerte y fantasmal ruido; o bien cruzaba la calle rápidamente para fotografiar en la casa de enfrente, desando que no le vieran, que nadie supiera de sus secretos. Los antiguos moradores se habían ido ya, pero habían dejado algo que se sentía en las habitaciones, en los rincones, en el aire, en todas partes. Los ruidos imaginarios que oía El Fotógrafo sólo eran los ecos de los golpes de otro tiempo…
Vuelvo a la carretera y continúo hacia el oeste. Ciento veinte kilómetros después, llego a un pueblo que conozco poco. Paro y deambulo por las orillas de un río que pasa rozándole. Tienen un bonito puente y un poco más abajo, una presa vieja y casi reventada. En la orilla, una antigua fábrica o molino también semiderruído y abandonado al deterioro. A los del pueblo no parece importarles en absoluto la belleza del lugar, por lo que el misterio ha crecido libremente entre sus restos. Menos mal, me digo. Me cuelo por una ventana y me adentro por habitaciones de techos abovedados con huecos abiertos en el suelo por dónde baja el río furiosamente.
..hechas de una corteza de materias
desterradas por los años y el olvido
Alvaro Mutis