Dos fotografías por asunto sin relación aparente…o tal vez sí…
UNO de OCTUBRE: el ambiente es gris, pre invernal ya. Tengo la ardua y fabulosa tarea de decidir qué hacer hoy y los próximos días. Con frecuencia pienso que mi vida es abrumadoramente pequeña para que nada de lo que pueda hacer consiga apasionarme hasta el trance sacrificial…
…A pesar de mi malestar y extrañeza, tengo la intención de acudir todos los años a la cita con las caras de esas gentes, que viven tan cerca, pero que existen tan lejos; a ver si consigo que mi mirada y la perspicacia de mi cámara me revelen secretos que ahora sólo presiento y en los que no consigo penetrar. Son rostros que forman parte de un mundo tan alejado del mío que sus rasgos, sus expresiones, la textura y el color de su piel, el alcance de sus miradas, el dibujo de sus bocas, adquieren la forma de lo inescrutable. Quizá todo esto sea una solemne tontería y los rostros sólo sean eso, rostros y nada más…
«El camino que lleva al prójimo es demasiado largo para mí». Franz Kafka
«No hay nada. No hay sabiduría final ni experiencia reveladora; ninguna jodida cosa. No hay Santo Grial. No hay Satori definitivo ni solución final. Solo conflicto. La única cosa que puede resolver este conflicto es el amor. Amor puro. Lo que yo siento ahora y sentí siempre por mis gatos ¿Amor? Qué es eso? El calmante más natural para el dolor que existe. Amor. No hay Santo Grial. Solo un gato.William S. Burroughs
No ocurrió lo mismo con esta otra realizada en una iglesia, también en Nápoles, de la que he olvidado el nombre. Esta sí la recordé después, antes de revelarla. Cuando la hice visible gracias al D76, no me deparó ninguna sorpresa pero tampoco me decepcionó. Es un motivo que siento como muy propio, casi bordeando el deseo obsesivo nunca cumplido. Si tuviera que elegir un solo tema a desarrollar fotográficamente sería el de los espacios vacíos y cerrados, de luz velada, atmósfera onírica y paredes altas y blancas impregnadas de misterioso e impalpable polvo secular. De niño jugué en uno de estos espacios, dentro de una catedral gótica: era una espaciosa habitación en penumbra, con muchas sogas cayendo desde el techo con las que el campanero (tío abuelo tercero mío, creo, suponiendo que ese parentesco exista), tañía las campanas en un ritual ceremonioso y solemne. En un rincón que apenas se vislumbraba, una tarasca, también gótica, acechaba vigilante. No olvidaré nunca las sensaciones que tuve allí dentro y deseo ardientemente revivirlas fotográficamente. Cuando tomé esta fotografía sentí que, aunque no era el lugar de mis oníricos recuerdos, sí estaba próximo a ese mundo de opresivo silencio.
…Encuentro CUATRO, Tres en una o Una en tres, íntimamente relacionadas desde la Imposibilidad y la Negación:
«No hay palabras suficientes. No hay acontecimientos suficientes. No hay memoria suficiente para rememorar toda una vida y ponerla en orden, darle exactitud». Richard Ford.
«…No hay nada relevante en el relato de los triviales sucesos de mi vida. Nada hay relevante y todos los fragmentos son, en efecto, borradores….grises borradores de mi vida» (protagonista de Dublinesca). Enrique Vila Matas.
«No me hago ilusiones, la causa está perdida de antemano: yo, por mi parte, me resigno a ello, se trata de arrastrar hasta el final una existencia un tanto apagada». René Magritte.