Uno y los demás…y ese chico me miraba como si yo fuera visible detrás de mi vieja cámara…

© 2009 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2009
Localizacion
Edimburgo (Escocia)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD HP5 400 (3200)
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO WARMTONE BARITADO
Viraje
SELENIO
Tamaño
18 x 22,7 cm
Copiado máximo en soporte baritado
3
Año de copiado
2013
Fecha de diario
2015-05-09
Referencia
3800

DIGRESIÓN TRES: Hedda Gabler (1890), de Henrik Ibsen. Teatro María Guerrero. Madrid, claro. Uno de Mayo. Protagonista: Cayetana Guillén Cuervo. Está bien en el papel. Los demás también. Pero el problema, que lo había, no fue ni el montaje ni las interpretaciones, o sí, que no sabría decirlo con certeza. La dificultad para entrar en la obra con gusto y placer fue la historia en sí. Ya no, ahora ya no es el momento, al menos para mí, de obras concebidas en el siglo XIX. La dificultad de ciertas obras antiguas es que han envejecido mal porque no han llegado al mito y, como referente de problemática social, están ya asimiladas en estética y planteamiento. O al menos no sorprenden. Sus secretos y sombras los hemos visto miles de veces. Además, ésta, no contiene ni una sola sonrisa y tampoco palabras que transporten a algún otro sitio. Las obras de Ibsen, según la Wikipedia (la he visitado para documentarme un poquito porque de Ibsen no sé gran cosa) dice: «En su época, sus obras fueron consideradas escandalosas por una sociedad dominada por los valores victorianos, al cuestionar el modelo de familia y de sociedad dominantes. Sus obras no han perdido vigencia y es uno de los autores no contemporáneos más representado en la actualidad». No, no digo que no, pero ya no llega con frescura, o al menos a nosotros ni nos enervó ni emocionó en ningún momento. Tal vez sería insensibilidad por nuestra parte. Es más que estimable, por parte de Ibsen, que en el ambiente cultural decimonónico de una Noruega rígida y protestante escribiera cosas como estas: «Existen dos códigos de moral, dos conciencias diferentes, una del hombre y otra de la mujer. Y a la mujer se la juzga según el código de los hombres. […] Una mujer no puede ser auténticamente ella en la sociedad actual, una sociedad exclusivamente masculina, con leyes exclusivamente masculinas, con jueces y fiscales que la juzgan desde el punto de vista masculino». Pero, lo que entonces era revulsivo y provocador, ahora resulta manido aunque no por eso menos justo y necesario. No sé, todo está bien, pero preferiría que algo tan esencial por inexcusable me lo presentaran en una dramaturgia de hoy mismo. Diría a las gentes de teatro: cuéntame la misma historia si quieres, pero el pálpito me lo presentas y encarnas en personajes como los que voy a encontrarme cenando cuando salga del teatro. Me llegará más intensamente. Soy así de previsible.     

© 2009 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2009
Localizacion
Edimburgo (Escocia)
Copiado máximo en soporte baritado
3
Referencia
3911
© 2009 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2009
Localizacion
Edimburgo (Escocia)
Copiado máximo en soporte baritado
3
Fecha de diario
2018-07-20
Referencia
3789

DIGRESIÓN CUATRO: Iphigenia en Vallecas, de Gary Owen. Adaptación: María Hervás. Dirección: Antonio C. Guijosa. Escenografía: Mónica Teijeiro. Iluminación: Daniel Checa. Intérprete: María Hervás. El Pavón Teatro Kamikaze. Madrid. (23.06.2018). Por delante, muy por delante de cualquier consideración que se pueda hacer sobre la obra en cuanto al texto, está la prodigiosa recreación que hace María Hervás. En el momento de verla no había reparado que la adaptación es suya, lo que multiplica mi admiración y consideración hacia este espléndido trabajo. No soy amigo de personajes únicos en las obras de teatro porque, inevitablemente, me privan del gozo de los diálogos; no obstante, y no sé por qué, con esta obra tuve la intuición de que merecería la pena. Y así fue, ya lo creo. María sostiene, a lo largo de hora y media, un despliegue interpretativo hechizante, muy por encima de la sustancia del texto que, al fin y al cabo, podría asimilarse a una previsible historia de marginación, soledad y desamor. No, no quiero decir que eso carezca de importancia y transcendencia, solo que no es novedad. Se podrían escribir millones de historias iguales, por eso, lo que llega de esta obra, es la exquisita, por auténtica, potentísima puesta en escena. Sin desfallecimientos (es difícil en un monólogo de hora y media), el despliegue de la historia de Owen/Hervás/Guijosa avanza en un permanente crescendo, con un lenguaje ajustadísimo y veraz, excelentemente dicho, donde todos los hitos de una fatalidad anunciada se cumplen inexorablemente, y no por eso decepcionan en absoluto. María también crece a medida que la obra avanza, hasta llegar a un final que fue lo único levemente decepcionante dado que incluía un mensaje de lamento, situando la culpa de todos los males en el injusto “estado” de cosas, en su doble acepción: estado administrador de los bienes comunes por un lado, y por otro, la sociedad como una masa informe, insensible y ciega. La vieja, manida y autocompasiva conclusión: la culpa es siempre de los demás. Esta superflua moraleja final no empaña el resultado, a pesar de que la obvia y cruda realidad es que no hay recursos para que todos seamos pequeños burgueses con segunda residencia. Esta reconducción del espléndido relato existencial hacia el callejón sin salida que supone la reivindicación sociopolítica no es óbice para que la obra y su tratamiento escénico sea grande y también, y sobre todo, María Hervás.

© 2009 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2009
Localizacion
Edimburgo (Escocia)
Copiado máximo en soporte baritado
3
Fecha de diario
2009-11-01
Referencia
3782

Hace aproximadamente quince días, pepe fuentes reunió textos y fotografías ya publicadas en su diario, en un nuevo libro temático titulado Los Microviajes. El supuesto sentido del libro se explica a través de una presentación un tanto kafkiana, pero parcialmente clarificadora del «-estilo sin estilo: pepe fuentes». Por el momento, el interminable desconcierto de pepe fuentes, es un fenómeno absolutamente inexplicable (aunque quizá sólo para él mismo). Si algún día el enigma es desentrañado, bien por él (prodigio altamente improbable: el asunto le supera) o por alguien completamente desautorizado para hacerlo (al tal pepe fuentes, se le ha oído decir que jamás permitirá que nadie meta las narices en sus insensatos e intricados asuntos), todo habrá terminado para siempre. Sin embargo, espera que la composición en la que está inmerso: un gigantesco mosaico conceptual-absracto-expresionista-existencial-absurdo-autobiográfico-sentimental, muy sentimental-desesperado, muy desesperado y aburrido, muy aburrido- dure mucho; incluso más que él mismo.

© 2009 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2009
Localizacion
Edimburgo (Escocia)
Copiado máximo en soporte baritado
3
Referencia
3790
© 2009 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2009
Localizacion
Edimburgo (Escocia)
Referencia
7783

De Cuenca a Nueva York, pasando por Toledo, Cáceres y Edimburgo…

"Lesbos, donde las Frinés la una a la otra se atraen…". Baudelaire

"La pareja sale para poder hablar (en casa no lo consiguen)". Peter Handke

"La tristeza más triste se oculta tras una máscara de fiesta…" Abilio Estévez.

Unas veces miraban, otras no, y otros a las nubes…

"El camino que lleva al prójimo es demasiado largo para mí". Franz Kafka