Al día siguiente nos levantamos y partimos hacía Santillana del Mar. A mitad de camino observamos que dos motoristas de la Guardia Civil que estaban parados en la carretera, al vernos pasar, montan rápidamente en sus motos y nos siguen. Nos paran y me dicen que llame inmediatamente a mi familia.
21 OCTUBRE 2005
© 1980 pepe fuentes