ANOTADO EN MI DIARIO, el 21.07.2005: el Pinar del barrio pasará a llamarse «Los caminos de nadie». Hoy he paseado sin apartar la mirada del suelo, al mismo tiempo que pensaba en un nombre para este lugar. Miraba al suelo porque es mi manera habitual de caminar, pero hoy no he levantado la mirada porque me encontraba algo desanimado, sintiendo el mundo un poco más pesado que otros días. «Los caminos de nadie» se me ha ocurrido porque la tierra de los senderos está llena de pisadas que no sé a quién pertenecen. Seguramente son de personas como yo; a algunas me las encuentro y cuando paso junto a ellas intento saber, pero ni siquiera consigo intuir y después ni recordar. Qué más da.
8 DICIEMBRE 2005
© 2004 pepe fuentes