Ha acabado el mes y no ha sido tan tortuoso como pensaba. Me propuse una escritura automática e intermitente, sin relatos, y así comencé a esbozar la sucesión de fotografías y palabras. Al principio, no me di cuenta que en ese primer día se me había colado una palabra poderosa: obsesiones. Realicé un guión respondiendo al planteamiento de partida. Quedé satisfecho, pero no lo suficiente, porque al día siguiente volví sobre lo acabado y observé que había construido un mes sobre obsesiones y disimulos, para despistarme. Empecé de nuevo, eliminé los disimulos y me salió una historia diferente. La leí, me miré al espejo y noté que me sentaba mejor. Sólo tenía un pequeño problema: algunos encadenamientos que se me habían colado sin querer (evitarlo). Después de treinta días, donde imágenes y palabras han llegado sin la poesía que me hubiera gustado, mañana será otro día y otro mes, veremos que pasa.
30 JUNIO 2006
© 2006 pepe fuentes